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La salud mental si importa

A propósito del día del día mundial de la salud mental que se conmemora cada 10 de octubre, este año nos encontramos en un momento histórico en el que la salud mental toma una mayor relevancia que nos permite visibilizar y ser más conscientes de la importancia de la salud mental para sostener la vida, pues, cerca de un millón de personas pierden la vida a causa del suicidio, lo que significa que cada cuarenta segundos una persona se suicida en alguna parte del mundo según la OMS, un problema de salud pública a nivel mundial, un reto cada vez más grande para los psicólogos, Psiquiatras y sistemas de salud que trabajan en prevención y promoción de las salud mental y que en medio de una pandemia, los síntomas de muchos trastornos metales incrementan, y los sentimientos de soledad, desesperanza, incertidumbre, ansiedad, y estrés aparecen como respuesta a los retos impuestos por el Covid 19.

Hablar de salud mental ha sido siempre un reto, más cuando en nuestras creencias populares se estigmatiza y se rechazan algunas expresiones, se le dice “loco” a quien busca ayuda profesional para resolver algún problema de su vida, cuando se cree que las personas con alguna alteración psíquica “se hace” es decir manipula para alcanzar algún beneficio.

Nuestros niños y adolescentes por supuesto siempre son los más vulnerables, por eso en Colombia a partir de la ley 1616 de 2013 se garantiza el derecho a la salud mental y a los servicios con una atención adecuada, de manera que a partir de esta ley se permite incluir actividades pensadas en la prevención y promoción de la salud mental colombiana especialmente en los niños y adolescentes, lo que nos pone en ventaja en términos del derecho para acceder a los servicios de salud mental, y poner en funcionamiento todos los proyectos entorno a la prevención y promoción, por eso es tan importante culturizarnos, romper el estigma frente a estos temas,  para empoderar a la sociedad en general, las comunidades, los niños y adolescentes sobre las señales de riesgo y las conductas problemáticas que llevan al deterioro de la salud mental y que pueden terminar en episodios lamentables como el que vivimos en el municipio de Cartago el pasado 3 de octubre en el que un joven rapero conocido en las redes sociales pierde la vida a causa del suicidio, sin duda un episodio que deja mucho para pensar y cuestionar de que estamos haciendo como sociedad y cuál es nuestro rol para convertirnos en protectores de la vida, pues hechos como estos, no aparecen en el pensamiento de manera inesperada, por el contrario es algo que tiene antecedentes que no reciben la atención necesaria, la persona que piensa, intenta o comete el acto suicida ha pasado por un largo camino de desesperanza, de invalidación emocional y social, y un agotamiento en las estrategias de afrontamiento en la que la última estrategia para acabar con el sufrimiento es acabar con la vida.

Por eso el llamado hoy, día mundial de la salud mental es a visibilizar todas las problemáticas de salud mental que tenemos en nuestro contexto, a romper el estigma y los tabúes que existen frente a la salud mental y así poder convertirnos en protectores de la vida.  La salud mental si importa, y es tan importante como la salud física, pues sin salud mental, no hay salud física, y en muchos casos, no hay vida.

Santiago Rubiano Gutiérrez

Nacido en la ciudad de Manizales Caldas en el 24 de diciembre de 1992-- hijo de Carlos Alberto Rubiano y Mónica María Gutiérrez. Llegué a Cartago Valle a los tres meses de nacido, donde estudié en la escuela Roberto Delgado parte de la primaria y posteriormente continué mis estudios en el Colegio Antonio Holguin Garcés donde recibí el título de bachiller técnico en administración de empresas y en alianza con el Sena, el título de técnico en creación de empresas y su plan de negocios. Mientras estaba en el colegio estudiaba música con mi Padre quien se desempeñó como trompetista durante muchos años en la banda municipal de Cartago, aprendí a tocar el Trombón, donde participe desde el año 2008 hasta la fecha en grupos musicales de la ciudad, orquestas, chirimías, mariachis, también como trompetista. En el año 2015- 2, comencé mis estudios en Psicología en la Universidad Católica de Pereira, donde recibí el título de psicólogo con honores por trabajo de grado -En discapacidad- estrés postraumático y autoconcepto el 13 de marzo del 2020.

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