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El dolor de existir

Ellos, tu, y yo, lo sentimos, nos ha pasado en algún momento, el dolor y el sufrimiento, que hacen parte de esto que llamamos vida, el dolor físico lo registramos desde el primer momento en que entramos en contacto con el mundo exterior, la tristeza, la vergüenza y el dolor emocional aparece con nuestro razonamiento, nuestra memoria oculta momentos dolorosos, y nuestra tendencia a evitar el sufrimiento y el dolor es cada vez más una utopía, la posibilidad constante de sufrir y sentir dolor es más real de lo que podemos soportar, y todo esto no significa que tengamos que resignarnos, o dejarnos vencer, por el contrario, la humanidad ha demostrado ser muy resiliente y de cada experiencia dolorosa ha evolucionado aun más,  por eso, ante el dolor y el sufrimiento han surgido grandes manifestaciones que permiten convertir ese dolor y sufrimiento en una expresión artística, un poema, una canción, una novela, una pintura con la que resignificamos nuestra existencia haciéndola mas placentera.

Nos molestamos por todo y cualquier cosa, casi siempre, porque olvidamos las llaves, por que olvidamos ir al supermercado, por que olvidamos echar combustible a nuestro vehículo, por que los demás no hacen las cosas como pensamos, por que se ensució la ropa con que saldríamos, y así, podríamos enumerar miles de situaciones, pero la verdad es que, todas esas molestias por las que sufrimos no son más que la interpretación  de eso que nos ocurre, más que la situación en si misma, dicho de otra manera, no es la situación la que provoca el malestar o el sufrimiento, sino las ideas que tengo acerca de la situación, y  esto no es algo que se me ocurre en este momento, es algo que la filosofía estoica, el budismo y la psicología cognitiva toma para alivianar el malestar que aparece como sufrimiento humano.

 No podemos escapar, por lo menos en esta vida física – material que llega como castigo desde la fe de muchas religiones por haber desobedecido a Dios, o para otros como privilegio por ser los seres racionales que nos diferencia de las demás especies animales.

Es conveniente aclarar que de ninguna manera hago apología al dolor y el sufrimiento, se trata mejor de traer a la conciencia, que por más que intentemos evadir el dolor y el sufrimiento, es necesario comprenderlo, aceptarlo, y comprometernos a tramitar de la mejor manera aquello que no podemos desaparecer por lo menos en la idea absolutista, es importante y fundamental saber donde poner nuestro dolor y darle sentido a una existencia que mucho y poco sabemos de que se trata, que cada día puede ser peor, pero a la vez mejor si nos hacemos conscientes del dolor de existir.

Nota aclaratoria
Las opiniones de los columnistas son de su estricta responsabilidad y no representan la opinión de este portal.

Santiago Rubiano Gutiérrez

Nacido en la ciudad de Manizales Caldas en el 24 de diciembre de 1992-- hijo de Carlos Alberto Rubiano y Mónica María Gutiérrez. Llegué a Cartago Valle a los tres meses de nacido, donde estudié en la escuela Roberto Delgado parte de la primaria y posteriormente continué mis estudios en el Colegio Antonio Holguin Garcés donde recibí el título de bachiller técnico en administración de empresas y en alianza con el Sena, el título de técnico en creación de empresas y su plan de negocios. Mientras estaba en el colegio estudiaba música con mi Padre quien se desempeñó como trompetista durante muchos años en la banda municipal de Cartago, aprendí a tocar el Trombón, donde participe desde el año 2008 hasta la fecha en grupos musicales de la ciudad, orquestas, chirimías, mariachis, también como trompetista. En el año 2015- 2, comencé mis estudios en Psicología en la Universidad Católica de Pereira, donde recibí el título de psicólogo con honores por trabajo de grado -En discapacidad- estrés postraumático y autoconcepto el 13 de marzo del 2020.

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