El 02 de diciembre de 1811, José Estanislao Triana Roldán vendió a Mariano Hormaza y Matute (administrador de alcabalas), una casa vieja -bastante deteriorada y con techo de paja, con su respectivo solar- por la cantidad de 500 patacones (la moneda de la época, de mayor valor que el real), con el fin de que ese lote fuera convertido en plazuela del recién construido (1810) templo de Nuestra Señora de Guadalupe.
La casa con el solar tenía de frente 36 varas y cuarto, pero dos vecinos -Juan García Junco y Luis Joaquín Jordán- cedieron otro cuarto de vara, para un total de 29 metros con 20 centímetros. De centro tenía 53 varas y tres cuartos, o sea, 43 metros. Sus linderos eran: por el oriente, calle de por medio, casa de Francisco y Bárbara Ramírez; por el occidente, casa de Luis Joaquín Jordán; por el norte, calle de por medio, el templo de Guadalupe; y por el sur, solar de Francisco Javier Garzón Melgarejo.
La casa había sido adquirida por Triana Roldán en pública almoneda (subasta) de los bienes de la testamentaria de Manuel José Del Campo y Basán y los 500 patacones fueron entregados por Manuel y Petronila Moreno y Chávez, quienes hicieron la colecta de las dádivas entre los fieles. Hormaza había pagado de su bolsillo la construcción del templo y a nombre de algunos vecinos, que contribuyeron con sus limosnas en obsequio para la plazuela, firmó la escritura. Fueron testigos José Anselmo Ibáñez y José Manuel Rodríguez (vecinos) y como escribano (notario), la suscribió Miguel Bueno y Palacios. El documento aparece fechado en San Jorge de Cartago, Provincia de Quimbaya, Gobernación de Popayán y reposa en el Fondo Notarial del Archivo Histórico de Cartago.
En memoria de este generoso acto, transcribo los nombres de los 74 donantes -la lista fue agregada al protocolo de la escritura- que, hace 200 años, nos regalaron a los cartagüeños este lote “que sirva de plazuela al templo de Guadalupe, para su culto y veneración, mayor decencia del templo y utilidad pública”. (Que descansen en paz y brille para ellos la luz perpetua). Estos ciudadanos fueron (p.: patacones; r.: reales):
Maestro Pedro Copete (2 p.), Maestro José María Delgado (4 p.), Nicolás De Rentería (10 p.), Alférez Real Juan José Ruiz De Salamando (25 p.), Pedro Ignacio De Zerezo (2 r.), Manuel Fuenmayor (200 p.), María Bárbara Barbera (20 p.), Micaela Salviejo (4 p.), Bárbara Ramírez (8 p.), Teresa Marisancena (2 r.), Manuel Cañarte (4 r.), Pedro Antonio Bejarano (2 r.), Joaquín Piedrahita (1 p.), Manuel Abadía (1 p.), alcalde Vicente Triana (2 r.), Josefa De Acuña (1 p.), Joaquín De Rojas (4 r.), Miguel Bustamante (1 p.), Manuel Triana (2 p.), Joaquín De Lemos (4 r.), Josefa Pino (2 r.), Joaquín Cañarte (2 p.), Manuel Lopera (2 r.), Ramón Abadía (6 p.), Domingo Vélez (4 p.), Gerónima Manzano (10 p.), Teresa Gutiérrez (1 p.), Joaquín Bermúdez (4 p.), Marcos Rodríguez (1 p.), Juan Antonio Recio (1 p.), Cristóbal Sanclemente (1 p.), Josefa Prado (4 r.), Josefa Anaya (1 p.), Isabel Anaya (hija de la anterior, 1 p.), Francisca Ortiz y Anaya (4 r.), Clemencia Ortiz (2 r.), Antonio Gasparín (2 r.), Sebastiana Ayala (1 r.), María Betancur (4 r.), Bárbara Chávez (1 r.), Josefa Trejo (1 r.), Martín Morales (4 p.), Manuel Arana, su mujer y dos hijas (3 p.), José Ignacio Soto y su hermano José Joaquín (25 p.), Francisco Penilla (4 p.), José Antonio Mazuera (4 p.), José Antonio Delgado (4 r.), Salustiano Flor (4 r.), Antonio Hurtado (2 r.), José María Pino (2 p.), Jerónimo Martínez (4 p.), Braulio Molinos (2 p.), Juan Mariano Hormaza envió de Popayán, que recogió entre varios soldados (10 p.), Cayetano Castro (1 p.), Francisco Sanz (4 r.), Fernando Ruiz (10 p.), Domingo Cos (4 r.), Juan Mariano Hormaza de varios devotos recogió (4 p.), Juan Francisco Bermúdez (1 p.), Manuel Daniel Otero (3 r.), Manuela Aguilar (2 r.), Bárbara Madariaga (1 p.), José María Palomeque (4 p.), Dionisio Rodríguez (4 p.), Manuel De Soto (2 p.), Juan Bautista Sanz (1 p.), Vicente Betancur (1 p.), Francisco García Junco (10 p.), José Joaquín Fernández De Soto cedió las costas en la causa mortuoria de Manuel José Del Campo (3 p., 3 r.), el escribano -notario- de número Miguel Bueno (4 p.), el alcalde Alonso Gómez De Hoyos cedió las costas de la misma mortuoria (6 p., 2 r.), Luis Betancur (10 p.), Diego Aguirre ( 3 p.) y Manuel Fuenmayor (otros 60 p., porque ya había dado 200, o sea, la mitad del total).
(El 03 de septiembre de 1800, mi antepasado Blas Julián Grajales Ramírez, casado con Agustina Machado Sanzena, denunció por calumnia a José Triana -Fondo Notarial del Archivo Histórico, pago de caución-. El acto se repitió días después, pero ninguna de las escrituras corrió y esto quizás terminó como todos: en nada. Hace años resido de nuevo en el barrio de mi infancia, primero al interior de la misma Plazuela de Guadalupe. Este Triana fue el que vendió el lote, 11 años después del pleito con el abuelo de mi tatarabuela materna. ¡Qué mundo tan pañuelo!)
(Este artículo fue publicado -hace 7 años- por el periódico “La Voz Independiente” de Cartago. No estuve presente en el acto de entrega de las obras de remodelación de la Plazuela de Guadalupe el pasado jueves 07 de febrero y me contaron que el señor alcalde de la ciudad se refirió, en su discurso, a este hallazgo encontrado por mí en el Fondo Notarial del Archivo Histórico de Cartago y que nadie conocía. Creo que queda claro que esta plazoleta pertenece al Santuario de la Virgen de Guadalupe, porque fue donación privada de sus feligreses con esa destinación específica y exclusiva. Debemos todos darle las gracias a él por difundir -con toda su autoridad de primer mandatario- esta parte de nuestra historia como ciudad.)
Gustavo García Vélez | CiudadRegion
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