Los comentaristas públicos tenemos casi por obligación de este oficio la de otear el horizonte ideológico -como émulos de Moisés- y con las informaciones y noticias diarias que vemos u oímos nos encaramamos en el “sinaí” que tengamos más a mano… y tratamos de interpretar lo que impactó nuestros sentidos que, ojalá, sea el futuro prometido.
Ese porvenir se define por lo que hagamos o dejemos de hacer en el presente. Esto parece una perogrullada -todas las verdades de a puño lo son-, pero también es el principio en la búsqueda de lo que nos depare el futuro. El año entrante hay elecciones para renovar el congreso y cambiar al presidente y desde ya comienzan a oírse propuestas para ese relevo. Pero el pasado es también pieza clave en estas miradas y aquí está la novedad: hoy no importan los partidos tradicionales como enantes cuando imponían sus candidatos a dedo, en convenciones amañadas. Al contrario, se están gestando alianzas entre los diferentes aspirantes, que si bien comenzaron sus carreras políticas en esas colectividades, hoy militan en otras nuevas.
Hasta ahora hay tres grupos. Humberto De la Calle Lombana, los hijos de Luis Carlos Galán Sarmiento, el vástago de Rodrigo Lara Bonilla y a todos ellos los une el mismo origen: las ideas del fundador del Nuevo Liberalismo. Otro frente lo integran varios ex gobernadores, quienes lo denominan “La Tercera Vía” para diferenciarse de la derecha y la izquierda tradicionales. Allí están tres ex mandatarios de Caldas, Quindío y Risaralda junto a otros de Antioquia, Atlántico y Valle del Cauca. La principal de sus propuestas es abanderar los mecanismos legales, administrativos y políticos que cumplan los mandatos de la Constitución Nacional en lo referente a las autonomías regionales. El cuadro de aspirantes finaliza con varios ex alcaldes de las grandes capitales. Estos tres grupos se declaran independientes, sin jefes. Los de los extremos sí los tienen y su autoridad nunca es cuestionada por ninguno de los adeptos.
Pues bien. Con esta baraja (incluyendo las cartas de derecha e izquierda) vamos a jugar en las próximas elecciones. Manifiesto desde ahora mismo que mi apuesta será por el grupo de ex gobernadores, porque ellos saben -lo experimentaron en sus mandatos- que la periferia colombiana vive todavía atada al centralismo bogotano y se necesita el grito de independencia que la libere de ese yugo. Y me atrevo a apostarle a un nombre concreto que, estoy seguro, aglutinaría la voluntad de todos los provincianos: el ex gobernador de Atlántico Eduardo Verano De la Rosa, uno de los líderes en la Asamblea Constituyente de 1991 de la reaparición institucional de las antiguas Provincias y de la creación de las Regiones. Su nombre no atenta contra la importancia -ni las vanidades, que las puede haber- de los demás y un buen acompañante a la vice presidencia (podría ser alguno de la primera lista) redondearía la papeleta.
Un asunto que se olvida es que en las grandes capitales residen muchas personas nacidas en ciudades diferentes, que votarían por quien lidere esta propuesta redentora de sus lugares de origen. De los 45 millones de habitantes de Colombia, 30 viven fuera de Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla o Bucaramanga y la suma de estas dos fuentes de posibles votos es la fuerza intrínseca que tendría esa candidatura, interpretando el querer de las mayorías. Esta es la política moderna, alejada de los populismos extremistas de derecha o de izquierda, de los grandes peculados que se planean y ejecutan desde Bogotá y que es el querer de todos esos ciudadanos. Otorgarle a las Regiones la autonomía suficiente para que sus propios dirigentes proyecten el futuro es la mejor manera de avanzar… y encontrar esa “tierra prometida”.
Creo que una propuesta de este calado mermaría sustancialmente la abstención, que es muy alta. Un gobierno electo y respaldado por la mayoría comprobada -y no solo relativa- de los ciudadanos, necesariamente tiene que acertar. En sus anunciadas visitas recorriendo todo el país ojalá vengan a alguno de los 18 municipios de nuestro norte, que es una de las partes de Colombia más sensibles a este tema. Espero con ansias el documento en el que este grupo de pre candidatos exponga en concreto sus intenciones de cambiar el mapa político de este país (no solo en la praxis partidista que también en la distribución de su territorio), acabando con los desuetos e inútiles departamentos y dándole vida a las Provincias y las Regiones. Hay una excelente noticia: “Señal Colombia” comenzó sus noticieros diarios para llegar a todas las Regiones -esa es su reiterada presentación-, aliada con los canales regionales.
Coletilla 1: Hay muchas críticas a las empresas que prestan servicios a los usuarios de celulares, no solo por el cobro sino por la calidad. La competencia entre ellas es feroz y de ello se benefician los ciudadanos. Por ejemplo: varias personas me aconsejaron cambiar de operador porque el otro tiene más cobertura -lo que es garantía de una mejor señal-, pero conservando el mismo número. El premio a esa “traición”… es entregarme el doble de datos mientras permanezca allí.
Coletilla 2: La Corte Suprema de Justicia dictó sentencia en contra de su ex presidente, el magistrado Francisco Ricaurte por la comisión de varios delitos en el escándalo del “Cartel de la toga”. La calidad de los participantes (todos magistrados) obliga a creer en la seriedad del proceso, pero también lleva a pensar en lo que dice la defensa: que en el expediente solo hay una declaración, la del ex jefe de fiscalías que destapó el escándalo, preso por haber confesado su participación en esos delitos. Mi formación académica me dice que hay que esperar la respuesta a la apelación interpuesta.
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