Los árboles de Venezuela, Hidroituango, el eln o uribito no pueden ocultarnos nuestro bosque norteño. Continuamos en este escrito dejando constancia -es lo único que los comentaristas públicos podemos hacer- de lo que, como ciudadano pentacartagüeño, considero que deben ser las propuestas de cualquier candidato a la alcaldía de la ciudad de mis antepasadas maternas mitocondriales. (Dos explicaciones: el penta quiere decir cinco: nacimiento, bautizo, crianza, residencia y ancestro. Y la mitocondria es el conjunto de genes que solo se heredan de la madre… y de sus antecesoras por esa misma vía).
Había dicho en el artículo anterior sobre este mismo tema, que lo fundamental es que el candidato se comprometa a garantizar la plena, total, participación ciudadana. Pero no solo a botar corriente en convocatorias para discutir asuntos públicos, sino -principalmente- en la toma de decisiones con toda la comunidad para la solución de las necesidades comunes y en facilitar el control de la administración para que éstas se respeten, se cumplan. Esa es la mejor definición del término democracia, cuyo autor fue mi entrañable amigo Carlos Alfredo Cabal, compañero en el galanismo y quien murió en la masacre de Pozzeto en Bogotá. Y que el segundo pilar básico de esa propuesta debe ser el de una muy rigurosa planeación, que si no se da convierte a toda actividad administrativa en puro populismo.
El otro tema que en mi entender debe plantear con suma decisión un candidato, es el de mirar el futuro de todo nuestro Norte de consuno con los candidatos de los otros 17 municipios vecinos. No es solo Cartago lo que nos debe interesar: es también su entorno, sus circunstancias, porque esa es la realidad nuestra, el “yo norteño”. Ortega y Gasset decía que “Yo soy yo, pero también mis circunstancias”. Y aquí eso se ha comprobado hace muchísimo tiempo: Cartago no produce café y sin embargo ha sido la capital nacional de su trilla, porque los municipios circundantes sí lo producen y lo envían a nuestra ciudad para su beneficio y comercialización.
Las soluciones a problemas comunes… tienen que ser también compartidas. Y repito los ejemplos, dados en artículos anteriores: un único acueducto para varios, sino todos nuestros municipios; un hospital de tercer nivel; una universidad situada en una población equidistante a todos; un banco de maquinarias para construcción y mantenimiento de vías terciarias que faciliten la comercialización de los productos del agro y estimulen el turismo rural.
Pero también tenemos que mirar pa´l norte… que será nuestro norte. Allí acaba de alzar vuelo la Región Administrativa de Planeación -R.A.P.-, conformada por los departamentos de Caldas, Quindío y Risaralda, que ya tiene estatutos, presupuesto de funcionamiento ($2.122 millones), organigrama y director ejecutivo. El pasado martes 19, el Noticiero nocturno de TeleCafé dio la noticia de que el economista Luis Guillermo Velásquez fue nombrado para que por tres años dirija a esta entidad, que ya ha esbozado los primeros objetivos: convertir a esta parte de Colombia en el primer destino turístico y varios proyectos de infraestructura.
Y nosotros, a escasos 400 metros… como si nada, pudiendo estar siquiera como observadores para ver en qué nos podríamos beneficiar, mientras el desarrollo de la L.O.O.T. -Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial- decide si podemos hacer parte de esa RAP y no de la Pacífico, cuya capital Cali queda en la quinta con porra. Las relaciones socio-económicas (las del diario vivir y convivir) de los 18 municipios norteños son con Risaralda, Quindío y Caldas. En sus universidades estudian cientos de nuestros jóvenes y aquí residen muchos ciudadanos oriundos de esos departamentos vecinos, por el clima o la economía en los arriendos y los servicios públicos.
¿Cuáles de los candidatos a la alcaldía de Cartago les pondrán el cascabel a estos gatos? Porque la cosa es con programas… no con trapos rojos, azules, amarillos o verdes. Creo que los votantes de todo el país -y no solamente los de Bogotá- ya han madurado y tienen conciencia del poder de su decisión en las elecciones. Veremos. De mi parte anuncio desde ya mi voto por el ciudadano o la ciudadana que me interprete. Y que me abstendré de decidir por gobernador del Valle del Cauca y de los candidatos a la asamblea de este departamento porque, como se lo manifesté a Gardeazábal cuando aspiró a la gobernación: del río La Paila hacia el sur… yo necesito pasaporte y hasta visa. Ese es “otro país”.
Coletilla 1: Excelente la reunión para socializar la remodelación del Parque de Bolívar. Y no solo por la asistencia, sino porque quedó asegurada su historia: seguirá redondo, como lo es casi desde la colonia; la estatua de El Libertador continuará donde la colocaron en 1926 (hasta ese año este sitio se llamaba “José Francisco Pereyra”); el piso tendrá varios diseños, con las entradas en ladrillo; se respetarán las icónicas bancas con el estilo del arquitecto catalán Gaudí -que no he podido saber quién las construyó-;…y no se cortará un solo árbol. Falta definir con los vendedores de tinto el tiempo en que deberán evacuarlo temporalmente.
Coletilla 2: A Yamid Amat ya no se le entiende lo que dice en sus entrevistas, antaño tan certeras. Y el director del noticiero nocturno de Caracol-TV parece que buscara las noticias en el piso. Con ese tic de mirar pa´bajo… ya se ganó el remoquete de “mirada al suelo”.
Gustavo García Vélez | CiudadRegion
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