La Navidad se acerca cada vez más y las ideas para hacer de esa una fecha memorable están a la orden del día. Uno de los asuntos que casi siempre tiende a generar más emoción es la planificación del menú que se va a compartir porque todos desean que sea delicioso, equilibrado y muy atractivo. Para tener éxito, hoy compartimos los mejores consejos.
La planificación de un menú navideño no es asunto de juego, es la oportunidad para desafiarse a sí mismo y encontrar el equilibrio a fin de que sea un menú disfrutable desde todo punto de vista. Para hacerlo de la mejor manera, lo más recomendable es aprovechar los consejos que se pueden conseguir en post como estos que regalan una guía valiosa antes de iniciar.
Para algunas personas, las recetas Navidad familiares son el punto de partida obligatorio en estas fechas, pero otros prefieren trabajar en la innovación y aprovechar las oportunidades que encuentran en el camino. En cualquier caso, es importante que la planificación se realice en función a 4 etapas: aperitivos, plato principal, guarniciones y postres.
Aperitivos
Esta se considera como la primera estación y asegurar que sean atractivos y deliciosos dará pie a sentir la emoción de lo que vendrá a continuación. Se pueden hacer tan sencillos o sofisticados como se prefiera e incluso apostar por opciones bien saludables como los frutos secos. Algunos aperitivos increíbles son:
- Palitos de pizzas.
- Mini empanadas de mole y miel.
- Un rico café invernal.
- Volovanes rellenos de pollo.
- Aguacates rellenos.
- Tabla de quesos, mermelada y aceitunas.
En este caso la imaginación es la única limitante. Para asegurar más éxito es recomendable que algunos aperitivos sean fríos y otros calientes.
Plato principal
Es el que se considera el rey del menú y consiste en la principal proteína que se va a preparar y que va a ocupar la parte central del plato. Prestar atención a una buena receta y seguir el paso a paso es lo que permitirá obtener el éxito. Algunas alternativas de plato principal son:
- Atún a la vizcaína.
- Pavo al pastor.
- Lomo en salsa de frutos rojos.
- Lomo relleno al pibil.
- Pastel de carne.
- Pollo al limón.
Guarniciones
La tercera estación son las guarniciones y si se tienen invitados, lo mejor es servir una cierta variedad para que cada quien tome la que prefiera. Lo bueno de las guarniciones es que también pueden ser muy simples y capaces de ofrecer un toque de ligereza. Aquí tenemos:
- Puré de papas sin leche.
- Fideos secos con requesón.
- Lasagna vegetariana.
- Pasta primavera al pesto.
- Arroz blanco.
- Ensalada con vegetales de temporada.
Postres
El último eslabón es el postre y nada mejor que cerrar todo un menú exquisito con algo dulce y delicioso. Existen demasiadas opciones de postres para compartir en navidad, pero las que mejor resultado podrían ofrecer son:
- Pastel tricolor.
- Panqué de jengibre.
- Tarta de manzana.
- Pavlova de frutas.
- Biscotti de miel, café y nueces.
El último elemento que faltaría por tomar en cuenta en todo esto son las bebidas. Durante la cena navideña los vinos son los acompañantes infaltables de una mesa bien organizada, pero hay que tomar muy en cuenta a las personas que no consumen alcohol y así tener reservadas bebidas como jugos de frutas o cocteles sin alcohol. Algunas opciones deliciosas que se pueden tomar en cuenta son: el ponche navideño, el güero cold brew tequila, una bebida anticruda o u coctel con jugo de 8 verduras.
Como es lógico, todo este menú exquisito que se planifique hay que complementarlo con una decoración que le haga justicia, tanto en el entorno como en la propia mesa. Esto contribuirá a levantar el buen ánimo y mantener el ambiente festivo durante todo el evento. Además, hay que asegurarse que la comida esté bien servida para que sea agradable a la vista y facilite su consumo. Si hay niños hay que darles los alimentos de una forma que les resulte cómoda para comer.
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