La Organización Mundial de la Salud reafirmó que no hay suficiente información sobre la necesidad de las dosis de refuerzo de las vacunas contra el COVID-19, pero sí acerca de que las vacunas actuales son efectivas contra los casos graves, las hospitalizaciones y las muertes de todas las variantes del SARS-CoV2, incluida la Delta.
La mejor manera de frenar la propagación de variantes del COVID-19, como la cepa Delta, es aplicar más inyecciones iniciales a las poblaciones no vacunadas, no inyecciones de refuerzo a las que ya cuentan con la pauta completa, afirmó en la reunión informativa periódica de la agencia en Ginebra, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
En el contexto de la tensión entre dosis de refuerzo y administración de vacunas a quienes aún no las han recibido, Tedros afirmo que en la actualidad sólo 10 países han administrado el 75% de todo el suministro mundial de vacunas, mientras los países de bajos ingresos apenas han vacunado al 2% de su población.
Advirtió que en su día “pedí una moratoria temporal de las dosis de refuerzo para ayudar a trasladar el suministro de vacunas a los países que ni siquiera han podido inmunizar a sus trabajadores sanitarios y a las comunidades de riesgo”, que son las que ahora están experimentando un mayor contagio.
Y recordó que la semana pasada, la OMS reunió a 2000 expertos de todo el mundo y debatió los datos disponibles sobre las dosis de recuerdo.
“Lo que está claro es que es fundamental poner las primeras dosis de las vacunas en los brazos de quienes no las tienen y proteger a los más vulnerables antes de que se pongan las dosis de refuerzo”, declaró.
Para el líder de la OMS, “la brecha entre los que tienen vacunas y los que no, no hará más que crecer si los fabricantes y los dirigentes dan prioridad a las dosis de refuerzo sobre el suministro a los países de ingresos bajos y medios”.
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El doctor Tedros destacó que “el virus está evolucionando y a los líderes no les conviene centrarse sólo en objetivos nacionalistas estrechos cuando vivimos en un mundo interconectado y el virus está mutando rápidamente”.
De hecho, comentó que “un liderazgo nacional fuerte sería comprometerse plenamente con la equidad de las vacunas y la solidaridad mundial, lo que salvaría vidas y frenaría las variantes”.
El director de la OMS, consideró que, para superar estos tiempos de fragilidad, debemos mejorar la forma de compartir los recursos y las herramientas sanitarias.
“La injusticia de las vacunas es una vergüenza para toda la humanidad y, si no la abordamos juntos, prolongaremos la fase aguda de esta pandemia durante años, cuando podría acabar en cuestión de meses”, afirmó.
En este contexto, dijo que le había sorprendido la noticia de que las vacunas de Johnson y Johnson fabricadas en Sudáfrica están abandonando el continente africano y se dirigen a Europa, donde prácticamente todos los adultos han recibido las vacunas en este momento.
“Instamos a Johnson y Johnson a priorizar urgentemente la distribución de sus vacunas en África antes de considerar el suministro a los países ricos que ya tienen suficiente acceso”, dijo.
Además, tras las recomendaciones de la OMS sobre el uso de bloqueadores de la IL6, que mostraron una reducción de la mortalidad entre los pacientes hospitalizados con COVID-19 grave, el reto actual es de nuevo el suministro limitado de ese medicamento.
Por ese motivo, el doctor Tedros pidió una asignación equitativa de bloqueadores y a la compañía Roche, la fabricante del medicamento, que comparta la tecnología y los conocimientos técnicos.
A su turno, los expertos de la OMS aclararon múltiples preguntas sobre la supuesta justificación de administrar dosis de refuerzo ante la mayor capacidad de transmisión de la variante Delta y ante su aparente mayor capacidad de romper la barrera de la inmunización de las vacunas actuales.
“Sabemos que las vacunas actuales son efectivas en evitar muertes y hospitalizaciones”, aseguró la doctora María Van Kerkhove, epidemióloga que dirige la respuesta técnica a la pandemia de la agencia de la ONU, mientras su colega que lidera la respuesta científica, Soumya Swaminathan, precisó: “la información que tenemos señala que las dosis de recuerdo no son necesarias de momento”.
El director de emergencias de la OMS, Michael Ryan, explicó por su parte que “si lo miramos en términos de una analogía, lo que sucede en este momentos es que vamos a dar chalecos salvavidas a los que ya tienen mientras estamos dejando a otros ahogarse sin un solo chaleco. Esa es la realidad fundamental ética”.
Además, Van Kerkhove indicó que la variante Delta hay que observarla en el contexto de la transmisión del virus en este momento.
“Quiero hacer hincapié en que la circulación de la variante Delta se produce en el contexto de muchos otros factores que están dirigiendo la transmisión en todo el mundo. En muchos de los lugares alrededor del mundo donde la Delta está surgiendo, la variante circula en áreas de baja cobertura vacunal y con limitadas e inconsistentes medidas sanitarias, incluso en los países que tienen un alto índice de vacunación”.
Y añadió: “Sabemos que las vacunas son efectivas en evitar muertes y hospitalizaciones, así que cuando sea su turno por favor, vacúnese porque hay gente en todo el mundo que está rogando poder esas dosis. Tenemos que usar esas dosis de forma efectiva para poner el virus bajo control”.
Con el trasfondo de la celebración este jueves el Día Mundial de la Asistencia Sanitaria, el director general de la Organización, Tedros Adhanom Ghebreyesus, aseguró que este momento histórico es “uno de extrema fragilidad” y añadió que nunca “había visto tantas emergencias humanitarias”.
“La crisis climática, las catástrofes naturales, los conflictos y las pandemias están llevando al sistema humanitario a su límite más absoluto”, indicó al destacar que, por ese motivo, “los Estados tentados de caer en el aislamiento harían mejor en dialogar entre ellos.”
Precisamente, el Tedros recordó que el año pasado, por estas fechas, su Organización “advirtió sobre el nacionalismo de las vacunas y sobre cómo éste sólo prolongaría la pandemia”.
El año pasado la agencia de la ONU pidió a los países que compartieran las dosis y aumentaran la fabricación de forma equitativa e informó de que algunos países ya están compartiendo dosis, citando a Estados Unidos como el mayor donante, lo que agradeció mientras animó a los demás a que sigan compartiendo las dosis con mayor rapidez.
Después anunció que, cuando los ministros de Sanidad del G20 se reúnan los días 5 y 6 de septiembre en Roma, les pedirá que tengan en cuenta la fragilidad de este momento histórico y que asuman un compromiso claro de solidaridad, instando a los líderes políticos “a que se unan y estén a la altura”.
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