El pago de más de $30 millones en gastos de representación por parte del gerente del hospital Tomás Uribe Uribe entre febrero de 2014 y mayo de 2015, así como los $163’338.367 que se pagó por la nómina de odontología a pesar de que no cumplían ninguna función, fueron algunos de los hallazgos administrativos de una auditoría realizada por la Controlaría Departamental en este centro asistencial en Tuluá.
José Ignacio Arango, contralor del Valle, indicó que el proceso auditor estableció 42 hallazgos administrativos, de los cuales 28 tienen adicionalmente una connotación disciplinaria, cinco una connotación fiscal y, uno, incidencia sancionatoria. Se estableció un presunto detrimento patrimonial por $291’487.443.
El Contralor Departamental indicó que los hallazgos serán trasladados a los entes de control respectivos y señaló que la auditoría se realizó a la vigencia 2014-2015 debido a que, entre otras situaciones, en el centro asistencial no se planeó ninguna auditoría interna.
“Al no hacer auditorías se genera deficiencias que también son objeto de este informe”, dijo el contralor Arango, quien precisó que se presentarán los informes a Procuraduría y la Contraloría General.
La auditoría encontró, además, irregularidades en los procesos de contratación y en el caso de alianzas estratégicas la ausencia de estudios previos y soportes técnicos.
Para subsanar los hallazgos presentados en esta auditoría, el Hospital Tomás Uribe Uribe deberá suscribir un Plan de mejoramiento con la Contraloría Departamental del Valle.
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