El Valle del Cauca atento al fenómeno de La Niña

El régimen de lluvias en el Valle del Cauca es variado, debido a los factores climáticos que inciden en las precipitaciones de sus regiones Andina y Pacífica.

Entre ellos figuran los vientos, la altitud, latitud, las ondas tropicales, la orientación de los relieves montañosos y la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT), el factor más influyente y cuyo paso transitorio sobre el territorio colombiano determina el régimen bimodal de la precipitación en la zona Andina del departamento (dos épocas lluviosas y dos épocas secas intercaladas entre sí).

Desde el 10 de septiembre, el Centro de Predicción Climática de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica, NOAA (por sus siglas en ingles), declaró condiciones para la presencia de la Niña. Con base en los últimos reportes, el fenómeno está vigente y es probable que continúen sus condiciones en un 95%, hasta el primer trimestre de 2021.

Pese a que el trimestre enero-marzo corresponde a la primera temporada seca del año, con la más fuerte disminución de precipitaciones, aumento de temperaturas y radiación solar ?en especial, entre mediados de enero y mediados de febrero?, la influencia del fenómeno de La Niña podría disminuir la manifestación de amenazas normales para la época, principalmente asociadas al abastecimiento de agua para los diferentes sectores, captación de pequeños acueductos e incendios forestales. En este sentido, se espera un superávit sobre el promedio histórico de lluvias para esta época.

En este sentido, la CVC recomendó a las demás autoridades competentes en la Gestión del Riesgo de Desastres para que tomen las medidas que prioricen la prevención y atención de emergencias y desastres.

La Corporación hizo un llamado a que:

• La Gobernación del Valle del Cauca y las alcaldías municipales reserven las partidas correspondientes, provean los recursos económicos, financieros y de todo tipo, necesarios para la atención oportuna y el control de emergencias, así como para minimizar los efectos de esos posibles eventos.
• Los Consejos Municipales de Gestión del Riesgo de Desastres actualicen los planes correspondientes, especialmente, la Estrategia Municipal de Respuesta a Emergencias ? EMRE, y los apliquen de acuerdo con competencias y funciones, estando atentos a las recomendaciones que puedan emitir los organismos técnicos de los sistemas.
• Las administraciones municipales deberán garantizar que las riberas y los cauces naturales de los ríos, quebradas, humedales, canales, etc., se encuentren libres de asentamientos humanos, puesto que las lluvias desestabilizan los suelos, volviéndolos propensos a derrumbes. En el caso de requerir evacuar a las familias ubicadas en dichas zonas y, mientras se ejecutan los programas de reubicación, se deben adecuar los albergues temporales que sean necesarios.
• Procurar que los cauces naturales, canales de aguas residuales, sifones, caños y sus bordes, se encuentren libres de sedimentos y de todo tipo de objetos u obstáculos que impidan el normal paso de las aguas y, en caso de represamientos, deberán coordinar las actividades de limpieza con los encargados de su mantenimiento. De ser necesario, deben dar la alerta oportuna a las entidades competentes.

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Las instituciones responsables deberán acometer todas las acciones y medidas de prevención, atención y alertas (incluidas las alertas tempranas para crecientes súbitas, movimientos en masa, inundaciones, etc.), en correspondencia con los procesos de manejo de desastres, conocimiento y reducción del riesgo.

Adicionalmente, recomendaron consultar de manera permanente los reportes generados por la CVC, donde se presentan las condiciones hidroclimatológicas de la región, el pronóstico del tiempo y los posibles avisos de alertas en el departamento.

La afectación que pueda generar el Fenómeno de La Niña, dependerá de su grado de fuerza, es decir, una Niña débil o moderada aumenta en esa proporción las cantidades de lluvia, sin embargo, una Niña fuerte las aumenta considerablemente.