Ante la mirada inocente de niños y los ojos llenos de lágrimas de algunos jóvenes y adultos presentes en el Parque Olaya Herrera, María (reintegrada) y Vicente (víctima del conflicto) contaron su historia tanto de reclutamiento como de violencia y la importancia de perdonar y reconciliarse por el bien de las generaciones presentes.
Después de contar a los asistentes, que escuchaban en silencio y con total respeto, Vicente abrazó a María diciéndole que la perdonaba en nombre de sus familiares fallecidos y María también perdonó a quienes la reclutaron cuando solo tenía 15 años de edad.
El gobernador de Risaralda, Sigifredo Salazar Osorio, fue testigo de este acto de reconciliación y contó a los asistentes que él también perdonó a quienes hace ya varios años asesinaron a su hermano e invitó a la reconciliación y al respeto por las diferencias para lograr una Risaralda y una Colombia en paz.
“Este es un evento maravilloso, debo reconocer que me conmovió mucho, donde estaban dos actores del conflicto armado que ha tenido este país con roles diferentes, los vemos abrazándose en símbolo de perdón. Hoy María tiene una familia, un trabajo, una nueva vida. Este es un evento organizado por jóvenes de Pereira, que se convierte en un ejemplo para toda la sociedad risaraldense que nos da el mensaje de la tolerancia con nuestros vecinos, hay que tener paz en el corazón y así vamos a tener paz en nuestro país”, destacó el Gobernador.
Por su parte, Lisímaco Ramírez, coordinador de la Mesa Municipal de Víctimas de Pereira indicó que “lo que queremos nosotros es humanizar los términos dela reconciliación, es decirle a la sociedad que es entre las personas que se hace la reconciliación, es necesario reconocer que a Colombia no le queda otra salida que la reconciliación, que es necesario el perdón”.
De otro lado, como acto simbólico, el mandatario de los risaraldenses, acompañado de algunos concejales, miembros de la Mesa de Víctimas, delegados de la Presidencia y los actores del acto de la reconciliación, estamparon sus manos con pintura en un lienzo que representa el compromiso de todos por tener una Risaralda en paz y trabajar juntos por la reconciliación.
María Cardona, reintegrada del conflicto destacó: “Es maravilloso para mí ver como las personas nos perdonan a nosotros los reintegrados. También es difícil para mí contar la condición de vida de nosotros, pero esto es importante para que las personas vean que nosotros sí podemos cambiar, que somos seres humanos como cualquier colombiano”.
Dato de interés
Algunos de los mensajes escuchados durante el evento:
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