REF. Caracol africano
La presencia del caracol africano en siete municipios de Risaralda ha generado preocupación entre las autoridades y la población. Este molusco, considerado una especie invasora, representa una amenaza significativa para el medio ambiente y la salud pública. Las denuncias más recientes provienen de sectores como Ciudad Jardín y Villa Santana, ubicados en el área metropolitana de Pereira.
De los 14 municipios que conforman el departamento de Risaralda, siete han confirmado la presencia de este caracol. Según Eliana Cañas, profesional especializada en fauna silvestre de la CARDER (Corporación Autónoma Regional de Risaralda), los municipios afectados incluyen Marsella, Mistrató, Balboa, Quinchía y Belén de Umbría, además de las zonas urbanas del área metropolitana de Pereira que incluye a Dosquebradas y La Virginia.
El caracol africano es una especie invasora que llegó a Colombia originalmente con fines gastronómicos y estéticos. Sin embargo, su capacidad para adaptarse y proliferar ha causado daños significativos en ecosistemas locales. Este molusco no solo desplaza a especies nativas, sino que también puede afectar negativamente a los cultivos y plantas locales, lo que genera un impacto económico y ambiental en las zonas donde se ha asentado.
Además del daño ecológico, el caracol africano puede representar un grave riesgo para la salud humana. Eliana Cañas advierte que el contacto con este molusco puede provocar enfermedades digestivas y neurológicas en las personas. Esta situación preocupa a las autoridades, ya que la propagación de la especie continúa avanzando en el departamento.
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Una de las principales complicaciones al tratar de erradicar el caracol africano es que, una vez establecido en un área, su control es extremadamente difícil. No existen medidas efectivas para prevenir su presencia, por lo que las acciones se centran en intentar mitigar su proliferación y minimizar los riesgos. La CARDER ya había identificado la presencia de este molusco en barrios como Ciudad Jardín y Villa Santana, aunque estos sectores son extensos, lo que dificulta aún más su manejo.
La proliferación del caracol africano se ve favorecida por la acumulación de desechos y residuos orgánicos. Las zonas con limpieza deficiente de escombros y basura ofrecen el ambiente ideal para que esta especie se multiplique, lo que aumenta el riesgo tanto para el ecosistema como para la salud pública.
Ante esta situación, las autoridades ambientales y la CARDER hacen un llamado a la comunidad para que tome medidas preventivas en la eliminación de desechos y residuos orgánicos en sus hogares y zonas aledañas. La correcta disposición de basura y el control de áreas con acumulación de escombros son esenciales para frenar la propagación del caracol africano en Risaralda.
Si algún ciudadano detecta la presencia de estos moluscos, se recomienda no tocarlos directamente con las manos y reportar el hallazgo a las autoridades competentes para su manejo adecuado. De esta forma, se puede reducir el riesgo de propagación y minimizar los efectos negativos sobre el medio ambiente y la salud.
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