«Boyacá no lo quiere», «Boyacá es de paz», «queremos una vida digna», así recibieron un grupo de campesinos al expresidente Álvaro Uribe Vélez el pasado viernes 17 de enero cuando el ahora candidato al Senado fue a Tunja, Boyacá, a presentar seis propuestas del Centro Democrático «para rescatar al sector agropecuario», que según él ha sido abandonado durante tres años por el actual Gobierno.
Un grupo de campesinos de Dignidad Agropecuaria Colombiana, la organización vocera de una parte del sector agrario, se encontró con el expresidente en la Plaza de Bolívar de Tunja cuando iba en busca de sus camionetas. «¡Que viva el paro agrario, que viva el campesino!», este fue el grito que encendió los ánimos del grupo de campesinos, relata César Pachón vocero de ‘Dignidad papera’.
Como acostumbraba mientras era presidente, Uribe enfrentó a los campesinos que lo retaron a dejar la plaza. Acompañado de un fuerte esquema de seguridad que lo alejaba de los manifestantes, el expresidente trató de defender sus tesis en medio de gritos, rechiflas y mensajes desobligantes.
«Lo de la confianza inversionista es rebajarle los impuestos a gente que tiene mucho dinero en contra del salario de los trabajadores», le dijo un campesino sobre uno de los pilares de su Gobierno.
– «¿Me permite contestarle?, le dijo Uribe. «Hable», le dio permiso el campesino.
«Nosotros con la confianza inversionista salvamos compañías como Paz del Río… (…) Boyacá fue muy beneficiado con Agro Ingreso Seguro (…) en mi Gobierno le ayudamos al pequeño minero boyacense». Hasta ahí pudo hablar Uribe pues a cada defensa le salían peros.
Mientras pasaban los minutos el dispositivo de seguridad del expresidente se hizo cada vez más grande pues varios policías cercaron el lugar
Quizá el mensaje más fuerte de Uribe a los campesinos que lo retaron en la plaza de Tunja se dio cuando uno le mencionó que varios de sus coloboradores terminaron en la cárcel. «¿Sabe que le hace daño al país?, el odio y la rabia suya», le respondió el expresidente.
Mientras pasaban los minutos el dispositivo de seguridad del expresidente se hizo cada vez más grande pues varios policías cercaron el lugar. Pero Uribe siguió hablando de Agro Ingreso Seguro, de petróleo, de cifras positivas en su gobierno y una que otra vez pidió respeto.
Con gritos en contra de los TLC, calificativos al expresidente, loas al campesinado y Uribe subiéndose a su camioneta se terminó el espontáneo debate.
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