
En una nueva y contundente respuesta a las medidas proteccionistas adoptadas por Washington, China impone aranceles del 125% a productos de Estados Unidos, elevando aún más la tensión en la ya prolongada guerra comercial entre China y EE. UU.. Esta medida, que entrará en vigor el sábado 12 de abril de 2025, representa uno de los incrementos más agresivos en la política aduanera del gigante asiático desde el inicio de las disputas comerciales con el expresidente Donald Trump.
China endurece su posición frente a las medidas estadounidenses
El anuncio fue realizado por el Comité de Aranceles Aduaneros del Consejo de Estado de China, el cual condenó las recientes tarifas impuestas por la administración estadounidense. En su comunicado oficial, el gobierno chino acusó a Estados Unidos de “violar gravemente las normas del comercio internacional” y de actuar con “unilateralismo coercitivo”. Además, subrayaron que Estados Unidos ha ignorado el orden económico global que ayudó a construir tras la Segunda Guerra Mundial.
La respuesta arancelaria china se produce apenas 48 horas después de que Pekín ya había elevado los aranceles del 34% al 84%, como represalia a la decisión de Donald Trump de imponer un 50% de gravamen a los productos chinos. Con la nueva medida, el arancel total acumulado que enfrentan ahora las importaciones chinas en EE. UU. alcanza un histórico 145%.
Según el comunicado oficial, “si Washington insiste en infligir daños sustanciales a los intereses de China, esta responderá con firmeza y lo acompañará hasta el final”. La firmeza de estas declaraciones evidencia un cambio en la postura del gobierno chino, que si bien en el pasado mostró disposición al diálogo, ahora se muestra mucho más desafiante.
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Un escenario económico incierto: impacto en los mercados globales
La decisión de China no pasó desapercibida en los mercados financieros. Las bolsas europeas caen tras el anuncio de nuevos aranceles de China, profundizando la incertidumbre sobre el crecimiento económico global. A las pocas horas del anuncio, los índices bursátiles reflejaron caídas significativas: Fráncfort perdió un 1,38%, Milán un 1,37%, París un 0,85% y Londres un 0,34%. En Madrid, el Ibex 35 descendió un 0,39%.
Ipek Ozkardeskaya, analista de Swissquote Bank, explicó que los inversionistas “siguen preocupados por las incertidumbres vinculadas a la guerra comercial” y su potencial impacto sobre el empleo, la inflación y el crecimiento mundial.
El dólar se debilita mientras Trump agita los mercados
Otro de los efectos colaterales del conflicto ha sido la significativa depreciación del dólar. El dólar cae frente al euro, alcanzando su nivel más bajo en más de tres años, según datos del mercado cambiario. En tan solo un mes, la moneda estadounidense ha perdido más del 5% frente al euro, debilitada por lo que muchos analistas califican como “los incesantes giros” del expresidente Trump.
El pasado jueves, los mercados habían reaccionado positivamente ante el anuncio de una posible suspensión parcial de aranceles a varios países por 90 días. Sin embargo, la confianza se erosionó rápidamente con la imposición de aranceles más agresivos por parte de EE. UU. y la consecuente reacción de Pekín.
La Unión Europea también entra en escena
Mientras tanto, la Unión Europea considera gravar a gigantes tecnológicos de EE. UU. si no se logra una solución diplomática a la guerra comercial. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, declaró al Financial Times que Bruselas está lista para tomar medidas contra empresas como Google, Amazon y Facebook si Washington no reduce las tensiones arancelarias.
Además, EE. UU. mantiene recargos mínimos del 10% y tarifas del 25% sobre productos clave como acero, aluminio y automóviles, lo que ha generado fricciones no solo con China, sino también con aliados tradicionales en Europa y otras regiones.
Un conflicto que amenaza con reconfigurar el comercio global
La escalada de aranceles entre Estados Unidos y China no solo afecta a ambos países, sino que ya ha comenzado a repercutir en el sistema económico mundial. La política comercial agresiva adoptada por la administración de Trump ha sido señalada como una amenaza al multilateralismo y al equilibrio de las economías emergentes y desarrolladas.
El portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Lin Jian, reafirmó que su país “no desea una guerra comercial, pero no la teme”, y exigió a Washington “dejar las presiones” si realmente busca resolver las diferencias por la vía diplomática.
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