Las remesas en Colombia se encuentran bajo amenaza. Más de 60.000 hogares en Risaralda podrían ver comprometido su ingreso económico si prospera el impuesto del 3,5 % a las remesas propuesto por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Esta iniciativa, conocida como el “Gran y Hermoso Proyecto de Ley”, ya fue aprobada por la Cámara de Representantes estadounidense y, de ser avalada por el Senado, entraría en vigor en enero de 2026.
Impacto económico directo en Risaralda
En 2024, Risaralda remesas 2024 reportó ingresos por aproximadamente US$550 millones, lo que equivale a más de 2,38 billones de pesos, consolidándose como el cuarto departamento con mayor recepción de remesas en Colombia, después de Valle del Cauca, Cundinamarca y Antioquia.
Pero el dato más revelador lo ofrece el porcentaje sobre su Producto Interno Bruto: las remesas representaron el 9 % del PIB en Risaralda, ubicándolo como el primer departamento del país en esta relación, incluso por encima de regiones con economías más robustas. Las remesas y el PIB en Risaralda reflejan una estrecha dependencia de este flujo financiero.
Este fenómeno no solo tiene implicaciones macroeconómicas, sino también profundas consecuencias sociales. “Esa es una medida que, inevitablemente, afectará a los colombianos, especialmente en Risaralda, donde muchas familias dependen de esos recursos para mejorar sus condiciones de vida”, alertó Jhonier Cardona, docente de Economía de la Universidad Libre, sede Pereira.
El bolsillo familiar, el más golpeado
El impuesto de Trump pone en jaque a los migrantes indocumentados que envían dinero a sus familias desde EE. UU., principalmente pertenecientes a clases medias y bajas. Según Cardona, el impacto podría verse reflejado en el ingreso per cápita y en la continuidad de la lucha contra la pobreza. Remesas y pobreza en Pereira es una relación directa y crítica en el contexto actual.
“Pereira tiene la segunda inflación más alta del país, lo que reduce aún más el valor real de esas remesas”, enfatizó Cardona.
La alternativa que tendrán los remitentes será pagar el impuesto o trasladarlo al beneficiario. Como explicó Andrés Vinasco, gerente de Pagos Internacionales del Banco W:
“Si una persona envía US$1.000, el receptor podría recibir solo US$965 si se descuenta el impuesto del monto”.
Esto afectaría directamente el consumo básico de miles de hogares que dependen de estos ingresos para alimentación, vivienda, educación y salud.
Estados Unidos, principal origen de remesas a Colombia
Según datos recientes, las remesas desde Estados Unidos a Colombia representan el 53 % del total, seguidas por envíos desde España, Reino Unido y Canadá. Este porcentaje hace que cualquier política estadounidense sobre este tema tenga efectos inmediatos en regiones como Risaralda, el Quindío o el Eje Cafetero en general.
Pablo Adrián Garlati, profesor de la Universidad Javeriana, explicó que las remesas “ya superan incluso a ingresos por exportación de petróleo y derivados”. Además, representan la segunda fuente de divisas en Colombia.
En el ámbito internacional, países como El Salvador o Nicaragua tienen un peso aún mayor, donde las remesas representan hasta el 25 % del PIB, según el economista.
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Crecen los métodos informales para el envío de dinero
Ante la inminente aplicación de este gravamen, expertos advierten sobre un posible aumento en el uso de alternativas informales para envío de dinero, que podrían escapar al control financiero. “Existen mecanismos para evitar el uso de empresas como Western Union y MoneyGram, enviando en vez de dólares, criptomonedas como bitcoin u otros métodos alternativos”, explicó Garlati.
Esto podría aumentar los riesgos de fraude, lavado de activos o pérdida de control de los flujos financieros, tanto para las familias como para el sistema económico nacional.
Remesas: columna vertebral del consumo de los hogares vulnerables
Un informe de Corficolombiana resalta que las remesas han mitigado el impacto del alto endeudamiento, la inflación y las tasas de interés, siendo en muchos casos la tercera fuente de ingreso más importante para hogares colombianos vulnerables.
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