Tips y consideraciones para alquilar una casa o apartamento amoblado

¡Ya nos gustaría a todos tener un apartamento amueblado propio! ¿Verdad? Para aquellos que todavía no han tenido la dicha de adquirir su casa o apartamento, tener uno no es solo un sueño, sino también una meta. En este sentido, mientras no sea posible tener una casa en propiedad es necesario recurrir al alquiler de apartamentos amoblados.

Antes de arrendar una casa o apartamento amoblado es indispensable considerar cada uno de los aspectos sobre este tipo de alquileres. En realidad, las condiciones no son iguales a las de un apartamento sin amoblar. Con base en ello, este artículo plantea las consideraciones y tips imprescindibles.

Es perfecto para periodos de estadía cortos

Aunque al alquilar un apartamento amoblado generalmente se puede recurrir a una estancia larga o corta, suele ser más ideal para los periodos de tiempo no muy duraderos.

Teniendo en cuenta que su mensualidad suele ser más cara en relación con los apartamentos desamoblados, permanecer durante mucho tiempo puede convertirse en una responsabilidad económica muy amplia.

Si se considera el gasto por un hospedaje de años suele ser más conveniente alquilar uno sin ningún tipo de mueble y comprar los necesarios. Claro está, para quien no tiene la disponibilidad inmediata de dinero para adquirir muebles y alquila por mucho tiempo, los apartamentos amoblados son una excelente opción.

No hace falta una gran mudanza

Uno de los mayores problemas al alquilar una casa o apartamento sin ningún tipo de muebles es la mudanza. No solo es un momento tedioso, sino además sale muy caro.

Al alquilar un lugar amoblado generalmente solo basta con unas pocas maletas para los objetos de uso personal. Supone una situación fácilmente de transportar dentro de un automóvil común y corriente como un taxi o cualquier sedán.

Además, es aún más tedioso la necesidad de realizar una mudanza solamente para apenas unos pocos días o semanas. En ese sentido, es mucho más conveniente alquilar un sitio amoblado sin importar su costo. De lo contrario, deberás pagar dos viajes de mudanza, uno para llegar y otro para marcharse.

Se debe ser más cuidadoso

Aunque tal aspecto no tiene por qué ser un punto necesariamente malo, sí es relevante tomarlo muy en cuenta. En la mayoría de alquileres amoblados e incluso sin amoblar se realiza un depósito de un monto de acuerdo a determinada cantidad de meses. No suelen ser más de tres.

Futuramente, si a la hora de desalojar el lugar existiese algún daño cometido reparable o irreparable sobre las instalaciones y los objetos dentro de la misma, el valor de la reparación o reposición se descuenta del depósito facilitado previamente.

Si no existiese ningún tipo de problema con la instalación al entregar el lugar, el depósito debe ser devuelto tal cual la cantidad entregada. En su defecto, se descuenta de los alquileres a la finalización del contrato. Es decir, si los meses de depósito fueron 3, los tres últimos meses de alquiler no se pagan.

Se ahorra dinero

A pesar de sonar contradictorio respecto a la primera sección previamente mencionada, tal aspecto se refiere a un ahorro en estadías cortas. Para quien necesita un lugar por un período corto y no tiene ninguno de los electrodomésticos y muebles a su alcance, debe alquilar el lugar con muebles o comprarlos.

Incluso si tiene los medios para comprarlos y piensa en venderlos después a desocupar la vivienda, la pérdida de dinero entre la compra de un objeto y la venta del mismo como objeto usado es bastante mayor al simple hecho de pagar un lugar con muebles en vez de uno sin ellos.

Se ahorra tiempo

El hecho de arrendar un sitio sin muebles no solo implica invertir mucho tiempo en realizar la mudanza. También, necesita bastante tiempo para organizar todo dentro del lugar.

Además del transporte de las cajas de un lugar del piso a otro, el pensar cómo posicionarlo y el constante cambio hasta encontrar el punto de posicionamiento perfecto consume mucho esfuerzo y tiempo.

Es importante tomar todas las fotos posibles

En primera instancia, al visitar el lugar para decidir si alquilarlo o no, es necesario tomar fotos para constatar si el estado actual del inmueble es el mismo a la hora de alquilarlo si fuese el caso.

Es poco probable, pero podría suceder un escenario muy amargo donde el estado general y los muebles de un lugar al visitarlo no fuesen los mismos al decidirse a alquilarlo y realizar la mudanza.

Por otra parte, al cerrar el contrato y empezar con el alquiler, se deben hacer fotografías nuevamente de todo el estado actual y enviárselas al dueño del lugar o almacenarlas en un lugar seguro donde no vayan a eliminarse por accidente.

Incluso si se está seguro de haber revisado muy bien la casa o apartamento al ser entregados, siempre se puede pasar un detalle por alto y a la hora de regresarle el lugar al dueño podría aprovecharse de eso.

Solo necesita decir que ese daño no lo tenía y si el inquilino no tiene manera de constatar lo contrario debe pagarlo en efectivo, transferencia o descontarlo de la devolución del depósito.