De acuerdo con el último informe emitido por la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica), existe la probabilidad entre un 50 y 55% de que en los meses de septiembre y noviembre se presente el fenómeno de “El Niño”, lo que significaría lluvias cercanas o levemente inferiores a los promedios históricos en el departamento del Valle.
Tras la llegada de la segunda época de lluvias que se presentan desde finales del mes de septiembre hasta los inicios del mes de diciembre, con picos históricos en el mes de octubre, la CVC envió una circular con recomendaciones a la gobernación, alcaldes y organismos de gestión de riesgos de desastres.
Pese a que se prevé un impacto moderado o leve a los que se han registrado anteriormente, las lluvias aumentarán las condiciones de riesgos por crecientes súbitas y deslizamientos en zonas de ladera y en áreas planas o de poca pendiente, además de inundaciones por el desbordamiento de ríos.
Teniendo en cuenta esto, la CVC exhorta a los integrantes de los Consejos Territoriales de Gestión del Riesgo de Desastres, a las autoridades municipales y departamentales de seguridad, emergencia y socorro, a seguir las siguientes las recomendaciones.
Las administraciones municipales deberán garantizar que tanto las riberas como los cauces naturales de ríos, quebradas, humedales y canales se encuentren libres de asentamientoshumanos debido a que las lluvias desestabilizan los suelos y se vuelven propensos a derrumbes.
Por otro lado, procurar que los cauces naturales y sus bordes, canales de aguas residuales, sifones y caños, se encuentren libres de sedimentos y de todo tipo de objetos u obstáculos que impidan el normal paso de las aguas. En caso de se presenten represamientos, se deberán coordinar actividades de limpieza con los encargados de su mantenimiento y de ser necesario dar la alerta oportuna a las entidades competentes.
“La Gobernación del Valle, alcaldías y los Consejos Municipales para la Gestión del Riesgo de Desastres deberán acometer todas las acciones y medidas de prevención, atención y alertas (incluidas las alertas tempranas para crecientes súbitas, movimientos en masa, inundaciones) en correspondencia con los procesos de manejo de desastres, conocimiento y reducción del riesgo”, indicó Fabio Calero, ingeniero de la dirección de Gestión Ambiental de la CVC.
Adicionalmente, se recomienda consultar permanentemente los reportes generados por la CVCdonde se presentan las condiciones Hidroclimatológica de la región, el pronóstico del tiempo y los posibles avisos de alertas para el departamento, además de realizar campañas o jornadas de monitoreo frente a la aparición de la hormiga arriera, con el propósito de minimizar su efecto sobre los diques mediante control.
Fuente: 90 minutos
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