En mucho tiempo, el cabildo abierto realizado el pasado sábado para ventilar la problemática de la doble calzada de Santana, se convirtió en la primera acción de carácter popular a la que se recurre en Cartago después de varios años.
La medida que nació por iniciativa del presidente del Concejo Municipal de la ciudad, Víctor Alfonso Álvarez Mejía, buscó escuchar de primera mano las quejas e inquietudes de la comunidad y de las autoridades, así como de las partes vinculadas al proceso de la construcción de la obra.
Se estrenó, así, el nuevo reglamento del Concejo Municipal que establece esta figura para ser aplicada en temas de gran interés en el municipio, que involucren a vastos sectores de la población y conciten la atención y las expectativas públicas.
Aplazamiento
Como era de esperarse, la doble calzada no se entregó a la comunidad el pasado 15 de este mes como estaba previsto, debido, entre otras cosas, al intenso invierno que azota al país, y del cual no es ajeno Cartago. Se procedió, entonces, a conceder un nuevo plazo al Consorcio Villa de Robledo», firma responsable de la construcción, esta vez hasta el 30 de mayo del presente año.
Es de anotar que en la nueva fecha tampoco se dará en funcionamiento la doble calzada, habida cuenta que debió recurrirse al recurso de expropiación administrativa de tres predios que afectan el trazado y que obstaculizan la continuación de las labores.
A última hora se supo que la Gobernación del Valle y una comunidad religiosa que en un comienzo se negaba a negociar otros predios, se pusieron finalmente de acuerdo, y estos no serán expropiados. Es decir, este no será un obstáculo para continuar la construcción.
Resultados
Para el Concejo Municipal el cabildo abierto arrojó excelentes resultados, pero otros advierten que la convocatoria fue tardía aunque bien intencionada, y que al igual que la recientemente visita de la gobernadora a la vía, no pasan de ser un saludo a la bandera, frente a la magnitud de la problemática.
De acuerdo al presidente de la Veeduría Transparencia, Abimael Marín, dijo que este mecanismo de presión fue tardío, y tanto la Administración Municipal como el Concejo se quedaron cortos en asumir con responsabilidad los trabajos para la terminación de la doble calzada.
Denunció el dirigente que si bien esta vez tiene justificación el aplazamiento solicitado por la ola invernal, también es cierto que la firma contratista y la interventoría no aprovechó el verano para darle celeridad a la obra. Ahora en pleno invierno todo es más difícil, dijo.
Señaló, además, que acaba de oficiar al Consorcio exigiéndole la contratación adicional de personal y maquinaria para avanzar en los trabajos, bajo a la amenaza de motivar a la comunidad a ejercer una masiva protesta en su contra.
Esfuerzos
Marín reconoció el esfuerzo del Secretario de Infraestructura Departamental, Julián Lora, al alcanzar un acuerdo con la comunidad de religiosas, pero se mostró preocupado por los tres predios del sector conocido como «los bocadillos», que no han podido ser negociados, y que ahora están a la espera de una decisión judicial. «Esta situación retrasará ostensiblemente los trabajos, pues este tipo de trámites suelen durar meses, aclaró.
Un proceso de expropiación, vía judicial no favorece a nadie, y lo que sucederá en Cartago es que se retrasarán grandemente los trabajos, explicó el dirigente.
Dijo que por el inconveniente señalado se presentará un cuello de botella mientras ser concilia o se conoce la decisión judicial. Del centro hacia Santa Ana se verá una vía que se interrumpe en esos predios, y viceversa se dará un acabado de vía que se interrumpe.
Un éxito
Por su parte, el concejal Héctor Buriticá Giraldo, calificó de exitoso el cabildo abierto y dijo que la decisión corresponde a la nueva normatividad y a la obligaciones que tienen los concejos municipales de hacer al año una actividad de estas al menos una vez al año.
Destacó la disposición de los concejales de atender todas y cada una de las inquietudes para ejercer la debida presión y veeduría ante la constructora y defendió el nuevo plazo de 15 días dado al consorcio, debido a los intensos aguaceros.
Se refirió, igualmente, a la inquietud de un colegio diocesano que se queja de los trabajos porque no se dejó espacio para el ingreso y salida de los estudiantes a la institución, lo cual la constructora se comprometió a solucionar.
Inquietudes
Dirigentes de los barrios Guayabal y Nueva Colombia reclamaron y denunciaron que sus sectores quedaron aislados sin por donde entrar y salir, e igualmente por intervención del Concejo Municipal el Consorcio constructor se comprometió con la solución.
Otra queja relacionada con el hundimiento del pavimento frente a la residencia de una humilde familia, luego que la constructora intervino el sector, fue atendida por los concejales y trasladada a la constructora para su reparación.
Buriticá dijo que además de estas inquietudes se atendieron otras que serán atendidas por el consorcio constructor con la mediación de la corporación edilicia.
Control Político
De otro lado, el presidente del Concejo Municipal, Víctor Alfonso Álvarez, aplaudió el comportamiento ciudadano durante el cabildo y dijo que fue muy participativo y respetuoso.
Con ello demostramos que el Concejo si ejerce control político y busca un conveniente acercamiento con la comunidad ofreciéndole todo su acompañamiento, manifestó Álvarez Mejía.
Comisión Accidental
Así mismo, Víctor Manuel Espinosa, igualmente concejal de Cartago, destacó la necesidad de ejercer el mayor control a los trabajos tras hacer énfasis en la movilidad, y advirtió que desde ya preside una comisión accidental que para el efecto constituyó la corporación.
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