Con heridas en su rostro y uno de sus brazos se encuentra Angélica María Blandón, la joven que el pasado fin de semana fue brutalmente golpeada por su expareja tras un aparente arranque de celos.
El ataque, registrado en Zarzal (norte del Valle), tiene consternada a la población de ese municipio, que a través de las redes sociales piden una pena ejemplar para el atacante, que fue identificado por la Policía como Wilber Marín, de 21 años de edad.
Según explicó el coronel Mariano Botero Coy, comandante de Policía Valle, la joven fue atacada por Marín en plena vía pública de esa localidad.
tras ser golpeada en repetidas ocasiones, sufrió quemaduras con el tubo de escape de la motocicleta del atacante
El reporte oficial indica que «tras ser golpeada en repetidas ocasiones, sufrió quemaduras con el tubo de escape de la motocicleta del atacante, que le pasó el vehículo por encima», afirmó el coronel Botero.
Otras versiones de algunos testigos indican que el hombre, luego de golpear con sus puños a la joven de 25 años de edad, la arrastró hasta acercarla al vehículo, para causarle las quemaduras de tercer grado en casi el 80% de su rostro y su brazo izquierdo.
Por la gravedad de sus heridas, Angélica fue trasladada por las autoridades hasta el Hospital San Rafael de Zarzal, adonde llegó «en estado de coma y con múltiples hematomas en el cráneo y el cuerpo; además de las quemaduras», según lo indicó el reporte de ese centro asistencial.
Sin embargo, por su grave estado, tuvo que ser remitida a la Clínica San Rafael de Tuluá y de allí fue trasladada al Hospital Universitario del Valle (HUV), donde se encuentra internada en la Unidad de Quemados.
«En este momento su condición es estable aunque se encuentra depresiva por el impacto de lo ocurrido. La paciente deberá ser sometida a varias cirugías para retirar el tejido necrótico y necesitará injertos de piel», explicó el doctor Juan Pablo Troches, del HUV.
Respecto a las investigaciones de lo ocurrido, la Policía dio a conocer que Wilber Marín fue capturado cuando intentaba escapar tras haber atacado a la joven, y posteriormente fue presentado ante un juez en la ciudad de Buga y trasladado al centro carcelario de ese municipio.
Finalmente, se conoció que Marín, a quien le fue imputado el delito de homicidio en grado de tentativa, no tenía antecedentes judiciales. Sin embargo el coronel Botero aseguró que «los familiares informaron que no era la primera vez que el hombre golpeaba a la mujer, aunque ella nunca no lo denunció».
La joven atacada se desempeña como enfermera de una reconocida institución del municipio de Zarzal y es madre soltera.
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