Con lo que ha cancelado en arriendos, inicialmente a 17 familias reubicadas, y luego a 13 durante más de 10 años consecutivos, la Administración de Cartago bien pudo haberles solucionado su problema habitacional construyéndoles casas sin ningún costo para ellos.
Entendidos en el tema que se detalla en esta información, indican que la erogación de dineros causada al municipio por estos alquileres puede acercarse a los $500 millones, cifra que bien pudo alcanzar para construirles a los beneficiados de reubicación un plan de vivienda, si se tienen en cuenta los subsidios del Estado.
La revelación la hizo el Gerente del Instituto Cartagüeño de Vivienda, Incavi, arquitecto Adalberto Maldonado, tras anunciar que una vez el Alcalde Carlos Andrés Londoño Zabala se enteró de la situación, ordenó iniciar gestiones para terminar con la cancelación de los arriendos a cambio de entregarles casas del sistema Vipa, es decir, de interés prioritario.
Historia
La verdad es que después de más de una década el actual gobierno de Londoño Zabala dejó al descubierto que en la Administración del entonces Alcalde, Luis Alberto Castro, hoy condenado por corrupción, numerosas familias del Barrio «Veracruz» cercano a Bellavista, fueron notificadas de que por encontrarse en zona de alto riesgo debían abandonar sus casas.
En consecuencia, Castro dispuso que mientras eran reubicadas en casas que les serían construidas por su gobierno, a las 17 familias les serían cancelados los arriendos de viviendas que, de manera concertada, contratarían para establecerse con sus parientes.
No obstante, estas familias debieron permanecer, aunque por corto tiempo, en casas de parientes y en improvisados albergues, como escuelas.
Cuatro Familias
Después de muchos ires y venires, y mientras se cancelaban juiciosamente los arriendos con dineros públicos, al parecer solo cuatro de las familias lograron hacerse a sus casas entregadas gratuitamente por el municipio, pero el grueso de los reubicados no lo alcanzaron.
El gobierno municipal de la época procedió a desalojar a las 17 familias al constatar que una de ellas estaba a punto de colapsar, y que de suceder el desplome arrastraría con las demás, ocasionando una gran tragedia, desde luego con la pérdida de numerosas vidas de personas del sector.
De acuerdo a testimonios de los damnificados del momento, las siguientes administraciones a la de Luis Alberto Castro tocaron el tema de sus arriendos y la urgencia de cumplirles con sus casas, pero aunque en varias ocasiones los incluyeron en planes de interés social, aún continúan sin techo propio 13 de ellas.
Compromiso
Según el arquitecto Maldonado, el burgomaestre de los cartagüeños instruyó a varias dependencias del municipio para que en el menor tiempo posible les solucionen la situación de vivienda a las familias desalojadas.
Es así como esta misión es coordinada por las Secretarías de Hacienda y Gobierno, la Oficina de Gestión del Riesgo y el Instituto Cartagüeño de Vivienda, entre otras, que asumieron el compromiso de reunir los dineros necesarios para construir las casas, posiblemente en el recién inaugurado Barrio «Koralyn», donde el municipio posee lotes.
De decidirse que se ejecute el Plan en Koralyn, los lotes deberán ser adecuados y dotados de los servicios públicos, pues según el gerente de Incavi el propósito del gobierno local es construir y entregar casas dignas y de la mejor calidad.
Se ha podido establecer que los cánones de arriendo que por este concepto paga la Administración Municipal oscilan entre $180.000.oo y cerca a los $300 mil por cada familia al mes.
Desde ya
Maldonado reveló que desde ya se trabaja en los diseños del proyecto, pero también en lo relacionado al presupuesto y a la consecución de los recursos, y advirtió que no se quiere polemizar con nadie por lo ocurrido ni mirar a través del espejo retrovisor.
«Estamos es para trabajar y encontrar una solución rápida y efectiva», manifestó el funcionario, al señalar que los reubicados que reciben los arriendos están dispuestos a aceptar la fórmula presentada por la Administración Municipal, cual es de dotarlos de vivienda propia en el sector señalado.
Las casas proyectadas para las familias desalojadas constarán de sala comedor, dos habitaciones, baño, cocina y patio de ropas con futura ampliación, dotadas de todos los servicios públicos y la infraestructura pertinente, dijo finalmente el gerente del Instituto Cartagüeño de Vivienda, Incavi, Adalberto Maldonado.
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