Después de 16 años de ocultar bajo una bufanda las huellas que dejaron en su rostro las llamas que, además, consumieron sus manos y marcaron su pecho, Yuli Francisca Sánchez, empezó en el Hospital Universitario del Valle el camino para dejar atrás ese doloroso episodio.
Los cirujanos del HUV se encargarán de reconstruir sus facciones y de hacer realidad una promesa de la Gobernadora Dilian Francisca Toro, con esta joven que siendo una niña sufrió graves quemaduras en su cuerpo.
Yuli Francisca Sánchez, quien vive en el barrio Los Chorros con una hermana y sus sobrinos, relata que fue en la vereda Alto de las Cañadas, a los 11 años, cuando sufrió un accidente casero en una tienda. “Desde ahí cambió mi vida totalmente. Me aislé, estaba en mi casa encerrada no salía, y después de ese momento la única posibilidad que se me abrió fue al conocer a la doctora Dilian Francisca Toro. Ella hizo todas la gestiones y con la Defensoría del Paciente para que me hicieran toda las cirugías”.
El papeleo con la Eps se convirtió en una odisea para esta joven de 27 años, pero la Defensoría del Paciente del Valle logró destrabarla.
Andrés Benito González, defensor del Paciente del Valle, explicó que Yuli Francisca venía con el proceso con la Eps Asmet Salud desde el 2014, tiempo en el cual se vencieron todas las órdenes porque no hubo gestión ni la programación de cirugía.
“Se reactivaron todas esas órdenes con la Eps y después de haber hecho la gestión se radicaron los documentos para programar la cirugía”, dijo el Defensor del Paciente.
Ahora son los expertos del equipo de Cirugía Plástica y Reconstructiva del Hospital Universitario del Valle los que se encargarán de la recuperación de Yuli Francisca.
José Antonio Caicedo, cirujano plástico del HUV, explicó que lo que se va a intentar es la reconstrucción de la parte facial con la colocación de dos expansores en un área donde haya piel sana.
La solución no será mágica. Para quitar las cicatrices de su rostro serán necesarias varias intervenciones. “Para completar toda la cara puede ser un procedimiento con la colocación de expansores y el retiro de los mismos más o menos con intervalos entre 1 y 4 meses, se deja descansar la piel un tiempo y vuelven a colocarse, es decir, para completar la cara podríamos tardar de cuatro a cinco años”, dijo el cirujano Caicedo.
Para Yuli Francisca la Gobernadora ha contribuido con una oportunidad que le permitirá retomar su vida. Para “mostrarme al mundo, dejar esta bufanda y no aislarme sino salir al a calle”.
A esta joven a quien su vida se redujo a la intimidad de su casa y la iglesia, la ánima la idea de poder mostrar su rostro al mundo, retomar los estudios que se quedaron congelados en el quinto de primaria, que no pudo terminar por el fuego que casi la consumió.
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