Esta es la tercera generación de graduados en el programa
Gracias al esfuerzo articulado entre la Gobernación de Risaralda a través de la Secretaría de Educación, el Instituto Tecnológico de Santa Rosa de Cabal y el Inpec, 14 internos de la cárcel del municipio obtuvieron el diploma que los acredita como bachilleres.
La secretaria de Educación de Risaralda, Liliana María Sánchez Villada, explicó que este programa fue desarrollado en el marco del Decreto 3011 de 1997 que establece normas para el ofrecimiento de la educación de adultos y se encuentra avalado por el Ministerio de Educación Nacional. En sus tres años de implementación se han graduado aproximadamente 40 internos, de los cuales el 1% ha podido salir a una vida laboral después de haber terminado sus condenas.
“El programa además les permite salir de la cárcel y reincorporarse a las comunidades de una manera mucho más productiva, es una importante apuesta que ha realizado la Secretaría de Educación y esta es la tercera promoción que se consigue, adicionalmente, se encuentran en un trabajo conjunto con el Sena para fortalecer la educación para el trabajo y el desarrollo humano de muchas de las personas que se encuentran en esta cárcel» precisó la funcionaria.
Quienes participan de este proceso consideran que es una propuesta educativa que va más allá de desarrollar las conocimientos necesarios para la culminación de la primaria o el bachillerato en corto tiempo, para ellos esta es una estrategia de inclusión y resignificación del proyecto de vida de estos adultos.
“Yo siempre he creído que la educación es una labor social, nosotros tenemos que educar gente para una sociedad y qué mejor ejemplo que estos jóvenes, que estas personas, pues algunas son de avanzada edad nunca tuvieron la oportunidad de graduarse, de salir de un bachiller y por eso no tuvieron una opción de vida sino delinquir, entonces ahora es el momento de que la sociedad los reciba y les dé una segunda oportunidad”, dijo Amparo Ramírez, rectora del Instituto Tecnológico Santa Rosa de Cabal.
Así mismo, la madre de uno de los graduados expresó: “Me siento muy contenta porque es una oportunidad que Dios le dio, de estar un tiempo acá para poder continuar lo que el tanta veces intentó hacer, Dios tiene un propósito con cada cosa y entonces pudo terminar la meta que él quería terminar y validar el bachillerato.”
Este es un proyecto que impacta positivamente a los internos y a sus familias, quienes ven en el programa la posibilidad de convertir este tiempo, privados de la libertad, en una experiencia formativa y útil para la vida después de la cárcel.
Dato de interés
En la titulación que se les otorga de básica primaria y bachillerato no hay ninguna referencia a su tiempo de reclusión, esto como una estrategia de inclusión social que evite la discriminación.
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