“Las personas dan limosna porque creen que con ello ejercen la caridad, o también por temor, es decir, el miedo a que algún habitante de la calle le haga algo”, explicó el abogado Gustavo Rodas Hernández, coordinador del proyecto “Habitante de Calle”, de la Secretaría de Desarrollo Social y Político, de la Alcaldía de Pereira.
Darles a los habitantes de calle dinero, ropa o incluso comida es una práctica que desde la Alcaldía se quiere erradicar, a través de la campaña “La otra cara de la moneda” que como estrategia busca sensibilizar a las personas para que sus ayudas las canalice a través de las fundaciones que trabajan con esta población.
“Lo que se les da a los habitantes de la calle no les va a mejorar su calidad de vida; por el contrario, va en su detrimento, ya que la moneda, la ropa o la comida que les dan los pereiranos son usados por ellos para comprar sustancias psicoactivas, fomentando el microtráfico”, expuso el abogado Rodas Hernández.
La Secretaría de Desarrollo Social y Político de Pereira realiza todos los días tres recorridos por toda la ciudad, y adicionalmente dos operativos interinstitucionales cada semana, buscando varios objetivos: uno de ellos es garantizarles la seguridad a los ciudadanos del común y a los comerciantes; así mismo, caracterizar y sensibilizar al habitante de calle a que mejore su calidad de vida, y para ello se le ofrece el albergue (hogar de paso), en donde puede recibir una atención integral, a través del apoyo psicosocial, alimentación, medicina, aseo, etc.
“Nosotros buscamos colaborarles en un aspecto integral, garantizando sus derechos y encauzándolos a mejorar su calidad de vida; además, hemos implementado el plan retorno, y a la fecha 32 habitantes de calles se han reencontrado con sus familias, esencialmente en Cali y Medellín, gracias a nuestros programas”, dijo la secretaria de Desarrollo Social y Político, la abogada Karen Zape.
Las acciones del gobierno buscan de igual manera minimizar los impactos sociales propios de la condición de vida de estas personas, ya que además de la seguridad, la ciudad se ve afectada porque estas personas ocupan calles, andenes y parques para dormir, y hacen sus necesidades fisiológicas en cualquier parte, con los riesgos de salubridad que ello conlleva.
En el más reciente operativo, en el que participaron entidades como Secretaría de Infraestructura y Policía Nacional, la Secretaría de Desarrollo Social y Político detectó varios cambuches que son reportados a Secretaría de Gobierno, para que a través de Control Físico inicie el procedimiento de desmonte.
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