Biólogos expertos advirtieron que especies propias de agua dulce han desaparecido de los afluentes de los 12 municipios del Quindío, por factores como la contaminación de las quebradas y otras prácticas como la minería.
El docente, biólogo y ambientalista, Luis Carlos Serna Giraldo, dijo que especies de peces de uso comercialcomo el bocachico y el jetudo han ido desapareciendo del río La Vieja, uno de los principales tributarios del Río Cauca que nace en el Valle de Maravélez, entre los departamentos de Quindío y Valle del Cauca.
La cuenca del río La Vieja es una de las que presenta mayor deterioro ambiental debido a la contaminación, las olas invernales y la minería ilegal, por eso la urgencia de prestarle atención, ya que si no se conservan las especies que allí existen, podrían desaparecer de Colombia.
“En el Quindío no tenemos una mortandad masiva de peces, pero sí distintas prácticas que afectan todas las fuentes hídricas que han generado extinciones locales, entonces desaparecen localmente”, indicó el biólogo Serna Giraldo.
En Armenia la contaminación de las 54 quebradas ha generado una catástrofe ambiental que lleva muchos años y que se ha dado de forma progresiva.
“El Quindío es un centro de endemismo para las especies dulciacuícolas y cualquier alteración que se haga sobre los ecosistemas afecta distintas especies”, mencionó el experto.
Agregó que “la pérdida de más de 100 quebradas que existían en el año 70 en Armenia, genera una alerta ya que se perdieron gran cantidad de especies no ponderadas por cuenta del vertimiento directo de empresas de servicios públicos a las quebradas”.
Según el libro ‘Áreas clave para la conservación de la biodiversidad dulciacuícola amenazada en Colombia‘, publicado por investigadores del Instituto Alexander Von Humboldt, el territorio tiene 117 especies acuáticas en peligro, 60 de ellas endémicas.
Los peces registran la mayor cantidad de especies amenazadas, 53 hasta el año 2018, cuatro están catalogadas en peligro y 48 se encuentran en estado vulnerable.
Para la bióloga Raquel Iveth Ruíz, del laboratorio de Ictiología de la Universidad del Quindío, especies como la Brycon Henni (muy conocida como sabaleta) ha sido amenazada en su ecosistema en zonas de montaña, ya que algunos proyectos, como la posible construcción de las pequeñas centrales hidroeléctricas en Génova, podrían modificar su habitad natural.
También existen otras como Astyanax Fasiatus, Bryconamericus Caucanus y Hyphessobrycob Poeciliodes, y más que están en riesgo.
“Son sensibles porque son de aguas oligotróficas, es decir de aguas limpias que vienen corriendo desde la montaña, por eso cuando se les contamina o se les estanca, estas poblaciones van a disminuir al punto de su extinción local y es grave cuando se habla de poblaciones endémicas que solo viven acá y no tienen amplia distribución”.
Los expertos advirtieron que aunque no hay muerte masiva de peces como ocurre en otras regiones del país, sí existe una vulnerabilidad alta por tratarse del Quindío, uno de los ecosistemas más modificados y de escasa regulación ambiental.
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