Cuando asumí la responsabilidad de gobernar a los armenios fui consciente del reto que constituía orientar la ciudad de mis más profundos afectos y querencias, pero sobre todo, del inmenso compromiso que adquiría con un pueblo ávido de realizaciones, esperanzado en su futuro y deseoso de dar un salto definitivo hacia su pleno desarrollo.
Visión inteligente de una sociedad que en medio de sus problemas y dificultades no se resigna, ni acepta ser enmarcada en un escenario de limitaciones y pobreza.
Como gobernante, he sentido el acompañamiento de las gentes de mi ciudad. Su dedicación, esfuerzo y positiva actitud, me han inspirado en la búsqueda permanente de metas y propósitos que contribuyan a mejorar su calidad de vida, pensando siempre en favorecer a todos los sectores, especialmente aquellos que hacen parte de nuestra población vulnerable.
Testimonio de ello, la inversión cercana hasta ahora, de un billón de pesos con recursos propios del municipio, transferencias y gestión ante las diferentes instancias, lo cual ha permitido la ejecución de obras físicas y sociales que han mejorado la infraestructura de la ciudad y propiciado su desarrollo humano.
Hoy cuando deseo redoblar la marcha, continuar por la senda que nos conduzca al progreso y la competitividad, convirtiéndonos en una de las capitales más importantes, prósperas y atractivas del país para la inversión, el turismo y el desarrollo sustentable, me encuentro con una muralla de afrentas e insultos, incubados en la trinchera del oportunismo político, de quienes insisten en verla solo desde la pequeña óptica de capital provincial o de sus propios intereses.
Pretender obstruir sin consideración y argumentos de fondo, uno de los proyectos más ambiciosos de las últimas décadas para la ciudad, es un acto de irresponsabilidad y mezquina politiquería, que atenta contra el derecho de los armenios de avanzar con paso seguro hacia el futuro, es querer quitarle los sueños a nuestras familias, deseosas de vivir en una ciudad pujante.
No nos puede dar miedo pensar en grande, así ello signifique una cuota de sacrificio, debemos ser valientes
El Plan de obras a financiarse por la contribución de valorización, no es el fruto de la improvisación o falta de planeación administrativa, como maledicentemente se le ha querido hacer ver a la opinión pública. Es el resultado de diversos análisis y estudios, entre ellos, uno socio-económico, que mide la capacidad de pago de los armenios y otro que identifica las obras que deben ejecutarse de acuerdo con la decisión primaria de beneficiar a toda la ciudad.
Recuperar la contribución de valorización para la financiación de obras se hace necesario. Es inaplazable dinamizar el desarrollo de la ciudad y terminar con veinticinco años de estancamiento económico, que por la crisis cafetera y el terremoto entre otras razones, nos han generado rezago frente al progreso de la región y del país.
Ejecutar el plan de obras propuesto mediante el sistema de valorización, es avanzar en el cumplimiento del Plan maestro de movilidad aprobado en el POT en el año 2009, el cual contempla un ambicioso conjunto de 146 proyectos de infraestructura vial, programados a ejecutarse en su totalidad al año 2023 y que a la fecha se ha cumplido en menos del 10% por la falta de recursos para su financiación.
Quiero mi ciudad, por eso acepto públicamente la oferta de financiar obras con recursos de regalías, obras que nos permitirán avanzar en el propósito de cumplir con la ejecución del plan vial.
Asumo el compromiso de presentar los proyectos que se requieran para tal fin, teniendo en cuenta, que solo podrán ser posibles las asignaciones por este concepto para el año 2015, entendiendo que los recursos del 2014 ya están comprometidos. Bienvenidas todas las propuestas en beneficio de los armenios.
El Plan de obras a financiarse por la contribución de valorización, no establece ningún tipo de aporte para los estratos 1 y 2, las familias pobres no pagan, pero si se benefician. Define para los demás estratos una contribución de acuerdo con un factor diferencial es decir, el estrato 3 contribuye proporcionalmente de acuerdo con su capacidad de pago, igual todos los demás estratos. La contribución se realizará en cuotas mensuales durante 5 años, el proyecto no cambia la estratificación, como se ha dicho entre otros rumores propagados equivocadamente.
En mi condición de dignataria, lideraré los espacios de discusión que sean necesarios para aclarar las dudas que puedan presentarse. La ciudadanía tiene el legítimo derecho de ser informada de manera objetiva y seria.
El Plan de obras a financiarse por la contribución de valorización, mejora nuestra conectividad y movilidad, el parque automotor de la ciudad ha tenido un incremento en los últimos diez años de un 625%, pasamos de 7039 vehículos automotores en el 2004 a 51.024, a junio de 2014, con las debidas consecuencias de embotellamiento y deterioro, ya que la malla vial de la ciudad ha crecido en los últimos años el 3% lo que representa solo 4.9 km de nuevas vías. Un proyecto de estas dimensiones nos permitirá con la construcción de 6.1 km más de vías nuevas, habilitar cerca de 35 km y así consolidar un anillo vial perimetral en la ciudad que agilice el desplazamiento hacia universidades, colegios, centros comerciales, escenarios deportivos, de recreación y hospitales.
El proyecto hoy tan acuciosamente atacado por algunos sectores, genera empleo a nuestras familias sumidas en la incertidumbre, permite un flujo de dinero indispensable en la reactivación de nuestra golpeada economía fortaleciendo en general a todos los sectores productivos y motiva a los inversionistas nacionales y extranjeros a construir nuevos proyectos que permitirán crecer a nuestros hijos en un territorio competitivo de oportunidades.
Sé que no es fácil avanzar hacia mejores niveles de vida, ni lograr el cumplimiento de metas administrativas que buscan el progreso de la comunidad, en medio de un discurso populista que trata de confundir a nuestras gentes y pretende apartarlas de un destino digno. Sin embargo, haré caso omiso al agravio y la ofensa, mi estilo es respetar las opiniones contrarias siempre y cuando estas se enmarquen dentro de una discusión civilizada.
Actúo bajo el amparo de la Constitución y las normas, por lo tanto, rechazo de plano la indebida intromisión en los asuntos propios de una jurisdicción administrativa, con actos que desdicen del buen ejercicio de la gobernanza y motivan sin mayores consideraciones, malestar en nuestras comunidades, malversación de dinero y uso de horas laborales de recurso humano en campañas en contra de un iniciativa que solo busca hacer de Armenia, una ciudad a la altura de sus habitantes.
Los grandes avances en infraestructura, que es la base fundamental del dinamismo económico y de la competitividad de los territorios que hasta hace poco eran muy pobres (estamos hablando de treinta años atrás) y hoy son líderes en competitividad ( Singapur, Japón, Corea, Israel entre otros), solo se han logrado con el aporte de todos sus ciudadanos, y la estrategia ha sido el ahorro obligatorio de cerca del 50% de los ingresos de toda la población, para poder desarrollar las obras de infraestructura necesarias para la modernización y la inversión extranjera. Porque con decisiones correctas, Armenia se valoriza.
Invito de manera respetuosa a todos los armenios y a los Honorables Concejales, a discutir los alcances técnicos y socio-económicos del proyecto, pensando en nuestro futuro, prevalidos de la sensatez, la prudencia y un espíritu propositivo ajeno a cualquier interés de tipo político.
La seriedad de mis actos administrativos me lleva a la defensa del plan de obras a financiarse por la contribución de valorización, porque tengo la certeza de que existen sobrados argumentos para asumir la responsabilidad y el riesgo del mismo. Cuando nos asiste la ética de lo público, cualquier cálculo distinto al bienestar del territorio y sus habitantes no puede existir.
Con sentimiento de amor por mi ciudad
LUZ PIEDAD VALENCIA FRANCO
Alcaldesa
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