CiudadRegion.com | Cartago | 09 MAR 2016 – 12:42 am
A través de sensores infrarrojos que determinan la diferencia de temperatura en ambas mamas, se pretende detectar tempranamente tejidos anómalos. El examen podría practicarse a las mujeres con un brasier electrónico.
El equipo de investigación, conformado por profesores y estudiantes de Ingeniería Electrónica de la Universidad Nacional Sede Manizales, plantea que la presencia de células anómalas genera más irrigación de sangre, lo que se traduce en un cambio en la termodinámica de las mamas.
En tal sentido, el grupo de expertos, asesorados por médicos especialistas, propone este nuevo sistema. “En compañía del profesor Jorge Hernán Estrada hemos desarrollado algunos proyectos en el campo de la electromedicina, y desde junio de 2015 trabajamos específicamente en esta iniciativa, pues queremos hacer algo desde la ingeniería, para ayudar a muchas mujeres que se ven afectadas por esta enfermedad, debido a su falta de conocimiento y prevención”, expresó María Camila Cortés Arcila.
Ella, junto con María Jaramillo González, forman parte del equipo investigador, desde el grupo de Redes y Distribución de Potencia (GREDyP), enfocado en la investigación de redes y calidad de la energía, bajo la dirección del docente Eduardo Antonio Cano Plata.
“Cuando hay presencia de células ajenas a glándulas mamarias, el cuerpo requiere más circulación y flujo de sangre en la parte específica donde se encuentran las células invasivas, por ello la temperatura de este órgano aumenta”, comentó la estudiante María Camila Cortés Arcila.
Un software monitorea y registra, a través de dos sensores infrarrojos, la temperatura de cada seno; la información se almacena en un archivo para procesarla y analizarla posteriormente.
“No buscamos reemplazar el oficio del médico. Con el desarrollo de esta técnica pretendemos servir como medio de prevención para detectar el cáncer de mama”,señaló la otra investigadora, María Jaramillo González, al anunciar que el proyecto a mediano plazo es desarrollar y comercializar un brasier electrónico, práctico y asequible para cualquier mujer.
Temperaturas diferenciales
La primera etapa del trabajo se llevó a cabo en julio de 2015 en el Hospital de Caldas, donde, por espacio de tres minutos, se monitoreó la temperatura a mujeres sanas. Para tal fin, se utilizaron los sensores dispuestos en dos trípodes posicionados a cinco centímetros de distancia de cada seno.
En la segunda etapa, desarrollada entre octubre y noviembre de 2015, se midió la temperatura de pacientes diagnosticadas con cáncer de mama, para comparar las temperaturas diferenciales entre las mujeres sanas y enfermas.
En este punto del desarrollo de la investigación, estudiantes dirigidos por el profesor Germán Castellanos Domínguez, participantes del Grupo de Investigación Control y Procesamiento Digital de Señales, se vincularon al proyecto. Para ello, captaron imágenes a través de una cámara de termografía que evidenciara la variación de temperatura, con el fin de tener más validaciones del método.
En total, se tomaron datos en 189 mujeres, de las cuales se conocían las siguientes características: 166 mujeres sanas, 12 con alguna patología mamaria diferente de cáncer de mama, cuatro con cáncer y siete con mastectomía.
A mediano plazo, con la implementación del brasier electrónico, los sensores estarán en contacto directo con los senos, de manera que se espera hacer el monitoreo con mayor comodidad para la paciente y obtener información más precisa para la investigación.
Por ahora, se cuenta con un prototipo inicial de la nueva prenda y el perfeccionamiento de la misma para obtener un producto que pueda ser adquirido en el mercado de ropa íntima.
El grupo espera contar con el apoyo del Instituto Nacional de Cancerología de Bogotá, y así convocar a un mayor número de mujeres diagnosticadas con cáncer de mama, que aún no hayan sido sometidas a mastectomía, vaciamiento de ganglios ni tratamientos como quimioterapia o radioterapia, con el fin de ampliar el espectro de la investigación.
Deja tu comentario