El Espectador | Bogotá D.C. | 30 DIC 2015 – 10:38 am
Este miércoles el Gobierno decretó un incremento que el salario mínimo legal para los colombianos a partir del 1 de enero será de $689.454 pesos, esto quiere decir un aumento del 7%, respecto a los $644.350 pesos, que devengaban hasta ahora.
La decisión del Gobierno de decretar el aumento se da ante la falta de concertación entre los empresarios y los representantes de los trabajadores en todo el país. Mientras que los gremios económicos ofrecían un incremento en el salario mínimo del 6.8%, las centrales obreras pedían un 10%, para el caso de la CGT y la CTC, y en 12 % la CUT.
El ministro de Trabajo, Luis Eduardo Garzón, había señalado anteriormente que con acuerdo o sin acuerdo entre empresarios y sindicatos, por mandato constitucional el salario mínimo tiene que subir por encima de la inflación causada, y dado que el Banco de la República había advertido que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) cierre 2015 estaría en 6,7%, el incremento salarial debía estar por encima de esa cifra.
Esto quiete decir que con el aumento del 7% solamente de están reconociendo 0.3 puntos porcentuales de productividad a los trabajadores durante 2015, un año en el que las cosas no han marchado del todo bien para la economía, con un desplome inusitado en el precio del petróleo y un alza en el dólar que lo tiene en niveles de $3.100 y que ha subido por momentos hasta los $3.500.
El Banco de la República ha venido incrementando las tasas de interés con el fin de evitar la fuga de capitales y controlar la demanda de créditos para tratar de frenar la inflación.
La junta del Banco tiene por mandato constitucional mantener en cintura el costo de vida de los colombianos y ha señalado siempre que los aumentos en los precios deben basarse sobre la inflación proyectada y no sobre la causada porque esto crea un círculo vicioso, que redunda en mayores tasas de inflación con el consecuente impacto para la economía.
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