El hombre más buscado del país, Walter Patricio Arizala, alias Guacho, fue dado de baja este viernes 21 de diciembre en medio de un gigantesco operativo liderado por las Fuerzas Militares.
En las últimas horas se pudo conocer que fue el disparo certero de un francotirador el que acabó con la vida del jefe de las disidencias de las Farc que operan en el sur del país.
Guacho se encontraba ubicado en las selvas de Llorente, municipio de Tumaco, en Nariño. Se trata de una de las zonas de mayor concentración de cultivos de coca del país, desde donde Arizala coordinaba su accionar delincuencial, convirtiéndose en uno de los hombres más poderosos del narcotráfico en Colombia y uno de los más buscados de la frontera con Ecuador.
Se conoció que el capo estaba escondido en una zona cercana al mar, la misma en la que se dieron los combates del pasado mes de septiembre, en los que según Guillermo Botero, ministro de Defensa, resultó gravemente herido, también, por el disparo de un francotirador. Sin embargo, en esa oportunidad habría sobrevivido al portar un chaleco antibalas.
Pese a los informes dados a la opinión pública que aseguraban que, tras la ofensiva de hace unos meses, Guacho había salido de este sector para dirigir su organización criminal desde otro punto en medio de la selva, las autoridades confirmaron que los enfrentamientos de este viernes se dieron en el mismo lugar.
Para la realización del operativo, que recibió el nombre de Perla IX, las Fuerzas Militares, la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación tuvieron queinterceptar al menos 120 líneas celulares. De igual forma se contó con la participación de pobladores de la región que sirvieron como informantes y dieron detalles exactos de la ubicación, movimientos y operaciones de Arizala y sus hombres.
Durante meses se logró establecer la rutina que seguían los miembros de la organización, lo cual también sirvió para que días antes a la operación las autoridades lograran desmantelar varios laboratorios de procesamiento de hoja de coca.
De esta forma se logró establecer un total de 16 sectores por los que el criminal se movilizaba con regularidad, lo que facilitó la labor de las autoridades a la hora de predecir su ubicación exacta.
Finalmente, luego de todas las gestiones de inteligencia, el cerco militar y las presiones económicas, Guacho fue ubicado en Llorente, donde recibió el mortal disparo de un francotirador.
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