3 sujetos que integraban una peligrosa banda de ladrones de vehículos que operaba en el Eje Cafetero y el Valle del Cauca fue desmantelada por la Policía Nacional.
Los delincuentes señalados de más de 20 hurtos mediante el engaño y el uso de escopolamina fueron identificados con los alias de el Tuerto de 44 años de edad, Camacho de 58 y Rigo o Kiko de 38, este último al parecer el jefe de la estructura delictiva.
Su accionar delictivo se basaba en interceptar a sus víctimas que ejercen sus labores como conductores de camperos, camiones y camionetas, contratándolos para realizar un supuesto trasteo a un lugar determinado y una vez acordado el precio por dicho servicio uno de los individuos le indicaba al conductor que se trasladaran a un sitio previamente estudiado y analizado, y al llegar allí descendía del automotor señalando que realizaría una llamada con el fin de verificar donde se encontraba la otra persona, quien lo acompañaría a realizar el mencionado viaje.
Pasados unos minutos regresaba con 2 refrescos, en la mayoría de los casos jugos y amablemente le ofrecía al conductor uno de ellos, añadiendo que la otra persona, en este caso su cómplice no tardaría en llegar.
Así la víctima en espera ingería la bebida sin percatarse que esta contenía una sustancia alucinógena que produce en las personas pérdida temporal del sentido y la memoria y en algunas víctimas sueño profundo, aprovechando este estado de indefensión para despojarla de sus pertenencias y del vehículo.
Una vez en su poder, el carro robado era trasladado a la ciudad de Pereira, Risaralda, donde eran esperados por otro integrante de este grupo criminal, quien era la persona encargada de financiar estos actos delictivos para posteriormente desintegrar los vehículos y comercializar sus partes en diferentes sitios de la capital risaraldense, al tiempo que sus víctimas quedan deambulando por las calles completamente desubicados y con una botella de licor suministrada por estos, con el propósito de que los transeúntes pensaran que se trataba de alguien embriagado.
Tras las constantes denuncias de casos similares, fue que el personal de la Seccional de Investigación Criminal, Sijín, del Valle del Cauca, inició las respectivas labores que finalmente les permitieron identificar y ubicar a los antisociales.
Uno de los hechos conocidos se presentó en el municipio de Filandia y en esa oportunidad, aunque uno de los delincuentes fue capturado, debió ser dejado en libertad por un inconveniente en los procedimientos.
Fuente: cronicadelquindio.com
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