La historia de la Corrida, de la tradición a las controversias

Es noticia reciente el hecho de que la corrida ha sido oficialmente prohibida en Colombia, a través de un proyecto de ley aprobado recientemente. Sabemos muy bien cuán divisiva es la corrida: algunos la consideran una respetable tradición, mientras que muchas personas se plantean muchas preguntas a nivel ético sobre el tratamiento reservado a los toros. Pero, ¿Cuál es la historia de la corrida?

El nacimiento

La corrida, conocida también como tauromaquia, es uno de los espectáculos más antiguos y controvertidos del mundo, con raíces que se remontan a miles de años atrás. Esta práctica se desarrolló principalmente en España, pero encontró variadas expresiones en otras culturas mediterráneas y latinoamericanas.

Orígenes antiguos

Las primeras huellas de luchas rituales con toros se remontan a las civilizaciones minoica y micénica, alrededor del 2000 a.C. En la mitología minoica, el toro era un símbolo de fuerza y poder, y los minoicos celebraban rituales conocidos como “taurocatapsia”, que incluían acrobacias con toros. También en la antigua Roma se celebraban espectáculos de caza y lucha con toros en las arenas.

Edad Media y Renacimiento

Durante la Edad Media, la tradición de la lucha con toros se desarrolló en España y Portugal como una práctica nobiliaria. Era común que los nobles mostraran su coraje y habilidad montando y enfrentando toros en grandes fiestas públicas. La tauromaquia era un elemento importante de las celebraciones y festividades religiosas.

Con la llegada del Renacimiento, la corrida comenzó a tomar la forma que conocemos hoy. En el siglo XVI, la práctica pasó gradualmente de la aristocracia a las clases populares, y los espectáculos empezaron a organizarse en arenas públicas.

Evolución moderna

La corrida moderna tomó forma en el siglo XVIII. Francisco Romero, un matador español de Ronda, es frecuentemente acreditado por haber estandarizado muchas de las técnicas y reglas de la corrida. Introdujo el uso de la espada y la muleta, el paño rojo utilizado para guiar al toro.

Durante el siglo XIX, la corrida se convirtió en un fenómeno de masas en España y se difundió también en otros países como Portugal, México, Perú, Venezuela y Colombia. En este punto, las corridas se celebraban en arenas especialmente construidas, las plazas de toros, y los toreros se convertían en figuras célebres, admiradas por el público.

Aspectos culturales y controversias

La corrida siempre ha tenido un papel importante en la cultura española, representando una mezcla de arte, deporte y tradición y convirtiéndose en objeto de representación incluso a través de videojuegos o juegos en línea presentes en los portales autorizados, a no confundir obviamente con los Casinos Sin Licencia. Muchos artistas, escritores y músicos han encontrado inspiración en la tauromaquia, desde Francisco Goya a Pablo Picasso, desde Federico García Lorca a Ernest Hemingway.

Sin embargo, la corrida es también objeto de intensas controversias. Los críticos denuncian la práctica como cruel e inhumana, subrayando el sufrimiento infligido a los animales. En las últimas décadas, los movimientos por los derechos de los animales han ganado fuerza, llevando a prohibiciones y restricciones en varias regiones. En Cataluña, por ejemplo, las corridas fueron prohibidas desde 2012.

La corrida hoy

Hoy en día, la corrida continúa siendo practicada, pero su popularidad está en declive, especialmente entre las nuevas generaciones. Varias ciudades y regiones españolas han introducido regulaciones más estrictas y, en algunos casos, han prohibido completamente la tauromaquia. En otras partes del mundo, como en América Latina, la tradición sigue viva, pero también enfrenta crecientes presiones éticas y legales.

La historia de la corrida es compleja y estratificada, entrelazada con la cultura y las tradiciones de muchas sociedades. Mientras algunos ven la corrida como una importante expresión artística y cultural, otros la consideran una práctica que pertenece al pasado. Sea cual sea la perspectiva, la tauromaquia sigue siendo una parte fascinante y controvertida del patrimonio humano.