CiudadRegion.com | Cartago | 19 JUN 2016 – 10:17 pm
Mediante este prototipo se pretende determinar el comportamiento de la capa superior de la atmósfera (conocida como termósfera) antes y después de un terremoto. Esto contribuiría a predecir erupciones volcánicas del macizo nevado del Ruiz.
El modelo, desarrollado por Sebastián Orjuela Rodríguez, estudiante de Maestría en Automatización Industrial de la Universidad Nacional de Colombia Sede Manizales, será instalado a partir de un equipo de radiodifusión. Además, a través de reingeniería, se le adaptará una antena (entre otros cambios internos). Por medio de esta antena se enviarán ondas que chocarán con la ionósfera, las cuales rebotarán en tiempos o cantidades diferentes.
“La señal será recibida por una antena receptora y al pasar al monitor podremos estudiarla a través de gráficas que nos permitirán analizar qué tanto cambió o se alteró el sistema, en lo que respecta a las esferas débiles, que son protones (partículas positivas) con muchos electrones (partículas negativas)”, explicó el ingeniero electrónico.
La primera fase de esta investigación fue sustentada en el estudio de los datos arrojados por el satélite Demeter, gracias al acceso otorgado por el Centro Nacional de Estudios Especiales de Francia. Además, consistió en obtener, filtrar y procesar los datos muestreados de 30 días antes y 30 días después de los terremotos en Samoa, Haití y Sichuan (China).
“Pudimos analizar que cuando hay cambios en la atmósfera, las esferas varían su tamaño. Por ejemplo, en el caso de Samoa, días antes de ocurrir el sismo, estas se comprimieron, en el momento exacto del terremoto estaban en su máximo y después volvieron a su tamaño normal”, precisó el investigador.
Según el gestor del proyecto, las señales eléctricas y magnéticas estudiadas permitieron deducir, además del cambio en la longitud del radio de las esferas, una relación entre la distancia y el tiempo antes y después de los terremotos reseñados.
“Todos esos cambios están condicionados a varias cosas, entre ellas, la ubicación geográfica, gases de la tierra y contaminación”, anotó el ingeniero, asesorado en su investigación por el profesor Jorge Hernán Estrada.
En Colombia, el alcance de este trabajo radica en la posibilidad de monitorear la actividad sísmica de los nevados el Huila y Ruiz, así como de los volcanes Galeras, Machín y Cerro Bravo, que beneficiaría a una población de tres millones de personas que habita en los alrededores.
“Al final, lo que se busca con el montaje del radar es caracterizar cada información obtenida para diseñar una fórmula o ecuación matemática, que nos ayude a la predicción y entendimiento de estos fenómenos naturales a partir de los indicadores electromagnéticos de la ionósfera. De esta manera, predecir la ruta futura de fallas tectónicas y volcánicas”, precisó el estudiante.
A futuro, los resultados podrán aprovecharse en un mejor manejo del riesgo en los lugares conexos a los volcanes y la creación de alertas tempranas ante la inminencia de un evento sísmico.
Fuente: UN
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