Hay muchos tipos de tiendas de campaña: canadienses, iglús, isotérmicas, modulares… Sin embargo, la preferida por los niños y, a la vez, la más fácil de fabricar y montar, es el tipi.
Un tipi, también conocido como tepee o teepee, es una tienda de campaña con estructura cónica que, tradicionalmente, era utilizada por los nómadas norteamericanos en las Grandes Llanuras. Se construía a partir de tres palos de madera entrelazados que, después, se cubrían con pieles de animales.
La sencillez de esta estructura te brinda la posibilidad de construir una tienda de campaña de este tipo para tus hijos en tu propio jardín. Un lugar en el que podrán jugar, divertirse e, incluso, quedarse a dormir durante las calurosas noches de verano.
Los tipis se han convertido en la última tendencia para disfrutar de la naturaleza. Con esta idea, tienes la posibilidad de alejar a tus hijos del entretenimiento online que brindan los dispositivos electrónicos y motivarles a jugar al aire libre. Para ello, lo único que vas a necesitar es:
También vas a necesitar algunas herramientas y utensilios como, por ejemplo, una pequeña pala con la que abrir tres agujeros, cuerda y un buen adhesivo.
En cuanto tengas todos los materiales, puedes ponerte manos a la obra. Lo primero que debes hacer es elegir la ubicación de la tienda. Nuestro consejo es que escojas un espacio con sol y sombra y que esté plenamente despejado. Una vez lo encuentres, sigue estas instrucciones:
Con esto ya habrás terminado. Es muy importante que compruebes la solidez de la estructura para evitar imprevistos, por ejemplo, utilizando tu propio peso.
Llegados a este punto, solo falta incluir algunos accesorios en el interior de la tienda para hacerla funcional y acogedora para tus hijos. Por ejemplo, puedes poner una lámpara que cuelgue del “techo”. Si posee luz roja para no atraer mosquitos u otros insectos, mejor.
También puedes colocar en el interior varios cojines para que los peques puedan sentarse y tumbarse de manera más cómoda. Lleva allí algunos de sus juguetes preferidos para que puedan usarlos cuando les convenga. Agrega, además, un elemento de cierre por si deciden quedarse a dormir en su interior durante la noche.
¡Listo! Ya has terminado tu nuevo tipi y has brindado a tus hijos un lugar en el que pasar tiempo agradable en contacto con la naturaleza. No olvides que el aire libre tiene una gran variedad de beneficios en lo que respecta al desarrollo de los más pequeños. Como has podido comprobar, solo te han hecho falta algunas herramientas y materiales muy fáciles de encontrar. Ahora… ¡a disfrutar!
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