Branding: la clave en los mercados actuales que puede ser la pieza que te faltaba

Fidelizar clientes, aumentar ventas, crecer exponencialmente en seguidores y asegurarnos un lugar en el podio de las mejores empresas o emprendimientos suena tentador.  Sin embargo, hay pasos que, aunque no garantizan el éxito, no pueden faltar si lo queremos lograr.

Es allí donde el branding destaca como el concepto clave para fortalecer la identidad de nuestro negocio, así como reforzar y asentar su imagen.

Es por eso que en este artículo te enseñaremos qué es el branding y por qué debes considerarlo en tu proceso de venta, comunicación, y fidelización de clientes, así como la relevancia de darle atención a tu despliegue digital.

Vale aclarar que esto no cuenta como un curso de diseño gráfico, pero en caso que quieras tener el grado experto en branding, aquí puedes encontrar lo que necesitas.

Antes que nada, los conceptos

Marca

Al contrario de lo que muchas veces se piensa, la marca no es el logo de un producto ni el nombre que caracteriza a una empresa. La marca, podemos decir, es un concepto integral que atraviesa de alguna manera a todo comercio, productor, compañía o pequeño emprendimiento, e involucra al mismo tiempo a sus usuarios o consumidores finales.

La marca es la idea y reflejo intangible que generas, que es definido por la cultura de tu organización o empresa, así como lo que produces. Y, al mismo tiempo, es la imagen que tienen de ti quienes son destinatarios de lo que haces.

La marca, dice la CEO de The Rep Trak Company, Kylie Wright-Ford, es la promesa que haces. Por otro lado, tu “fama” o reputación es la representación de cómo actúas a partir de esas promesas.

En otras palabras, como dijo el fundador de Amazon, Jeff Bezos: “tu marca es lo que otras personas dicen sobre ti, cuando no estás en la habitación”.

Posicionamiento de marca

Así las cosas, el posicionamiento de marca es un objetivo muy buscado y que resulta fundamental en todos los mercados, porque tiene resultados muy claros y beneficiosos.

Cuando se habla de posicionamiento de marca se está refiriendo a lograr instalarse en el imaginario de nuestros consumidores, del público objetivo e incluso en quienes no nos consumen, pero saben de nuestra existencia como empresa.

Por lo tanto, en términos claros, una marca está bien posicionada cuando goza de visibilidad en el mercado y en las redes sociales en las que está inserta, significa que logró establecer su identidad, cultura y producción en los usuarios, así como también fidelizar a los destinatarios y lograr lo que comúnmente escuchamos como “buena imagen”, tanto offline como online.

Branding

He aquí la clave del artículo. Es un concepto que proviene del ámbito de la mercadotecnia, y corresponde a las estrategias, tácticas y labores que generan que una marca sea tal, así como también otorgarle valor y reconocimiento.

En otros términos, es la resultante de todas las partes de una cadena de producción, distribución y comunicación que hacen a la identidad de una empresa o emprendimiento, y cómo se desarrolla la planificación necesaria para optimizar todos esos eslabones para que vayan en consonancia con lo que la empresa es y con lo que vende.

Si tomamos la cita de Bezos, el branding sería el acto de no dejar las cosas al azar, y que lo que las personas hablen de nosotros cuando no estamos, sea lo que efectivamente queremos que digan de nosotros, de forma orgánica y natural, a partir de lo que decimos y llevamos a cabo.

Es por esto, y más, que el branding termina siendo una de las piezas fundamentales de los engranajes que operan en la maquinaria de todo comercio, emprendimiento, e incluso en las personas públicas (como pueden ser artistas, políticos, empresarios, activistas, etc.).

Asimismo, cabe destacar que el branding también incluye la identidad visual y estética de nuestro negocio, y es allí donde cobra mucha importancia la figura de los profesionales del diseño gráfico.

Si alguien desea hacer una carrera o tomar un curso de diseño gráfico que responda a los intereses actuales del mercado, el branding tiene que ser una “pata” fuerte de su formación, sin dudas, ya que los tiempos que corren exigen profesionales al día y con los conocimientos y competencias que entran en juego al momento de pensar cómo comunicar de la mejor manera una idea, servicio o producto.

Puntos fundamentales para el branding

Antes de lanzarte a diseñar un logo o de pensar un slogan o una paleta de colores que te representen, debes tener en cuenta momentos clave del proceso de branding.

• Planificación: si vas a invertir horas y dinero en esto, debes tomarte el tiempo necesario de investigar tu mercado, la competencia en tu sector, definir tu público ideal objetivo, así como también tener bien claro qué define tu empresa, qué quieres que piense la gente cuando piensa en lo tu negocio y en lo que vendes, y también la experiencia que quieras que tengan cuando te compran.

• Luego, cuando tienes lo que mencionamos en el punto anterior ya establecido, puedes proceder a pensar qué quieres ofrecer como diferencial a los usuarios, y que te destaque de las otras opciones en Internet y del mercado.
  
  Por ejemplo, si quieres que tu atención al público sea la mejor; si deseas instalar tendencias en redes sociales o posicionarte en medios de comunicación; si quieres que tu calidad hable por ti; si piensas en dedicarle mayor atención al diseño de las piezas digitales y del sitio web; si llevarás adelante marketing de contenidos, por ejemplo, para que visiten tu sitio o tienda y darle valor agregado; qué influencers o celebridades serán embajadores de marca, etc.
  
• Una vez que tengas claro todo esto, puedes ponerte a planificar qué objetivos responden a tus anhelos, ordenarlos en objetivos específicos y tareas necesarias para conseguirlos, y fijar una calendarización (para que no quede todo en el aire, sin definir).
  
• Evaluar en todas las fases del proceso: ¿cómo recibe tu público lo que haces? ¿Lograste instalarte como querías en las redes sociales o medios? ¿Qué piensan cuando piensan en tu marca? ¿Te registran o ni saben de tu existencia? ¿Lo que comunicas va de la mano con tu marca e identidad? ¿Qué puedes hacer para mejorar los KPIs (indicadores clave de rendimiento) y respuestas obtenidas hasta el momento?

Estos son puntos generales pero relevantes si quieres llevar adelante un branding eficiente, tanto en su carácter digital como fuera de Internet.

Otros puntos que debes tener en cuenta

Así como se nombraron puntos clave para que el branding te resulte provechoso, hay otros aspectos que deben ser considerados según tus objetivos.

1. Si piensas dedicarle mucha atención a las redes sociales, ¿qué tipo de tono (serio; distendido; coloquial; formal; institucional; que apunte a un nicho o que apunte a una masa heterogénea; si busca lo viral, etc.) tendrá lo que comunicas? Y ¿qué vías de comunicación resultarían más eficientes para conectar con tu público deseado y atender al potencial cliente?
   
   
2. ¿Qué acciones por fuera de la venta o comunicación online le otorgarían valor a tu negocio? Esto puede ser desde sponsorear determinados eventos o actos, aportar a causas sociales, asociarte con organizaciones o asociaciones civiles o gubernamentales, etc.
   
3. Algo clave: tu espacio de trabajo y tus empleados. Si pones toda tu atención en la producción y venta, y no cuidas a quienes trabajan para conseguir todo eso, tu marca puede verse fuertemente afectada. Inclúyelos y hazles entender que sin ellos, no serías lo que eres. Linkedin tiene buenos artículos sobre esto.
   
4. Como todo proceso, lleva tiempo, y si logras que tu marca cobre relevancia y se instale en tu público y en las redes, no olvides que conseguir eso te llevó mucho trabajo e inversión, y perderlo puede ocurrir en un instante. Nunca des por sentado nada y siempre mantente atento a las necesidades y consultas de los usuarios.
   
5. Fórmate: ¿qué mejor forma que llevar adelante un emprendimiento o crear una empresa si cuentas con herramientas para poder identificar qué cosas necesita tu negocio y qué clase de profesionales son los que te hacen falta?
   
6. Por último, no subestimes las tendencias y consumos, y ten en mente que siempre aparecerán nuevos gustos, necesidades y públicos. Por esto, debes siempre seguir informándote y no estancarte en una fórmula o receta, porque, aunque te haya servido hoy, no significa que sirva por siempre.