Desde hace ocho meses se ha venido presentando una situación que afecta algunas fincas del corregimiento de Santa Lucía, zona alta del municipio de Tuluá, en donde en varias ocasiones han aparecido ovejas muertas y de lo cual se desconocía su causa.
Sacrificar el puma no es una opción
En uno de los ataques realizado en horas del día, ya que todos habían ocurrido en horas de la noche, el administrador de la finca El Silencio, Manuel Hernández, pudo observar que se trataba de un puma.
«Cerca de la finca baja una cañadita, además está cerquita del monte, entonces el puma se los lleva a una partecita de la cañada y ahí ya no es capaz de subirlos, porque él se escala por un palito, dejando en ese sitio las ovejas muertas», agregó Manuel Hernández.
Por tal razón, funcionarios de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca, CVC, entre ellos, dos biólogos, un zootecnista y una administradora ambiental, atendieron el caso y después de hablar con los afectados, confirmaron que si se trataba de un puma, generando así el siguiente protocolo:
Es importante resaltar que los felinos se consideran especies claves o especies sombrillas a través de los cuales se hace protección de áreas; además porque son controladores de muchas otras especies animales.
La CVC hace un llamado a toda la comunidad para que en ningún momento vean la necesidad de eliminar al puma; es obligatorio aprender a convivir y se puede lograr por medio del protocolo diseñado para manejar el conflicto hombre-felino.
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