Cuando se encontraba en una panadería con su hijo Javier de Jesús Tamayo de 2 años de edad, alguien se le acercó y la golpeó en la cabeza y se lo arrebató de sus brazos, de esto ocurrió en el año de 1986 en el municipio de la Virginia en departamento de Risaralda.
Al cabo del tiempo por motivos que el mismo Javier desconoce comenzó a habitar en las calles de muchos lugares y cayó en la adicción, mientras tanto su madre continuaba en su búsqueda en distintas partes de la región que con los años se volvió infructuosa, pero después de tanto divagar, Javier encontró la ayuda en la fundación “Todo por amor a Dios” que trabaja en conjunto con la fundación “Dejando Huella” precisamente en un sector muy vulnerable del municipio como es la zona del parque Jorge Eliecer Gaitán.
Laboran en una vivienda que alberga a 25 jóvenes con este mismo tipo de problemas de consumo de sustancias y abrieron las puertas para que esta persona iniciara un trabajo de recuperación, e indagaron por sus lazos familiares en otros municipios, cuyo trabajo de investigación comenzó a arrojar sus logros por medio del psicólogo José Toro, que hace parte de esta fundación y que contacto a familiares que residen en el municipio de Apía, Risaralda y por medio de ellos se tuvo el acercamiento con doña Libia que vive en el municipio de Bolívar Valle.
La mañana de este martes se logró este encuentro para que después de 28 años, madre e hijo pudieran estar juntos de nuevo.
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