El Tiempo | Bogotá D.C. | 27 OCT 2015 – 5:57 pm
El médico Julián Bedoya cree que sus paisanos de Toro, municipio del norte del Valle, están felices con su elección como alcalde porque es la primera vez que un profesional oriundo de allí llega a ese cargo.
A Bedoya, quien además de su triunfo en las urnas celebró el lunes su cumpleaños número 34, se le metió la idea de ser alcalde estando en la gerencia del hospital del pueblo. “La gente decía qué bueno que el médico se lanzara a la alcaldía”.
Ahora es político, pero quiso ser sacerdote y fue misionero de la Consolata durante cinco años. Sin embargo, cambió las sotanas por batas blancas y se graduó en la Universidad Bolivariana de Medellín.
Aunque admitió que es homosexual, explicó que quiere ser el alcalde de todos. “No represento a las comunidades LGBTI, pero si ellos quieren, lo hago”. Es enemigo de segmentar a la gente “porque una forma de discriminación es crear grupos”. Es reservado con su vida privada, aunque su orientación sexual sea pública. No es activista, pero a la comunidad LGBTI de Toro la respeta y en algún momento de su gobierno le gustaría darle “un espacio” para que sientan su representación.
Su programa de gobierno le apunta a reducir los índices de pobreza y a fomentar la generación de empleo, una de las necesidades apremiantes del municipio desde que la vocación económica de este dejó de ser los viñedos a cambio de los cultivos de caña de azúcar, que usan menos mano de obra.
Este especialista en gerencia y auditoría médica definió la educación como eje de su gobierno, pero cree que para que los jóvenes estudien, sus padres deben tener empleo. “Una neurona con hambre no piensa. Un niño de 14 años que solo vive con su mamá y no tienen qué comer, pues se pone a trabajar y no a estudiar. Eso hay que cambiarlo”.
Bedoya se reafirmó como seguidor de Álvaro Uribe y se siente orgulloso de ser el único alcalde del Valle avalado por el Centro Democrático.
FERNANDO UMAÑA MEJÍA | Enviado especial de EL TIEMPO (Toro, Valle del Cauca)
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