Cuando en 2015 salió electo como alcalde de Toro, un municipio ubicado al norte del Valle del Cauca, Julián Antonio Bedoya sentó un precedente porque se convirtió en el primer mandatario del país abiertamente gay.
El funcionario se encuentra en Riohacha, en la celebración de la Semana de la Diversidad que se realiza en el marco del mes del Orgullo Gay y dijo que en Colombia es mucho lo que se ha avanzado en derechos a la comunidad LGBTI, pero que falta un camino por recorrer todavía.
“Es importante que esta comunidad entienda que vale la pena manifestar su condición sexual y que se empodere para que no sigan haciendo lo simple, organizando cositas y armando las fiestas de los funcionarios, sino que puedan ocupar cargos importantes para que haya incidencia en el país”, manifestó durante la presentación de las candidatas del IV Reinado Nacional Trans del Dividivi.
Bedoya, quien resultó elegido con 3.764 votos, es decir, el 52% del censo electoral del municipio, señaló que la participación en política de la comunidad a veces quiere ser frustrada, no solamente por la discriminación cuando se hace un acto directo, sino cuando se llevan a cabo acciones para que los miembros LGBTI no surjan.
“Es necesario que se hagan visibles en los territorios para que no se comiencen a mermar los derechos y a tener dificultades, porque ya hemos tenido homicidios por intolerancia y actos discriminatorios, incluso de los gobernantes”, indicó.
El alcalde, quien también es médico, dice que seguro en el país hay más mandatarios, congresistas y funcionarios gay, pero “nosotros hemos tenido la valentía de decir que tenemos una condición sexual diversa”.
Su llegada a la alcaldía, con el aval del Centro Democrático, se dio después de haber sido gerente de un hospital y a través de una campaña, en la que su bandera no fue ser de la comunidad LGBTI porque nunca quiso ser reconocido por eso, sino por sus logros y con el fin de gobernar para todos y no solo para un sector de la población.
Su elección se dio a pesar de que considera a su pueblo como conservador y religioso, pero dice que “la gente entendió que dentro de un ejercicio público no es importante esto, sino lo que propones, lo que quieres hacer y la trayectoria que has tenido”.
Agrega que “eso no nos quita, ni nos pone es un tema personal, sin embargo te libera cuando se lo dices a tus electores abiertamente”.
De La Guajira afirma que “es una tierra hermosa que necesita sanar muchas heridas políticas”. Asegura que la población debe aprovechar esta época electoral para que se elijan buenos alcaldes y buenos dirigentes que se interesen más por la realidad regional.
Fuente: El Heraldo
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