El 15 de mayo del presente año se fijó como fecha límite para que la llamada doble calzada «Santana» esté terminada y puedan, más de 50 mil personas, transitarla diariamente sin el temor de ser atropellados por el intenso tráfico automotor del sector.
Básicamente lo que se busca es mejorar la movilidad en una vía que dejó, por su estrechez y carencia de señalización, decenas de muertos y heridos.
La doble calzada «Santana» es quizá la obra de infraestructura más importante que se construye en Cartago y el Norte del Valle del Cauca en los últimos años, pese a los numerosos inconvenientes presentados desde el mismo momento en que se anunció su construcción.
El proyecto de la vía, de acuerdo al contrato, tendría un tiempo de duración no más allá de los 14 meses, pero ya van 29 sin que concluyan los trabajos.
Causas
El proyecto, según el contratista y el interventor, presenta retrasos por distintos motivos, entre ellos que fue necesario dotarla alcantarillado del que carecía, negociar lotes en sitios por donde pasa el trazado, las protestas de ambientalistas, cambios en los diseños, las lluvias y agotamiento del presupuesto.
Es de anotar que hace algunos meses la gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, debió ordenar una adición de $.500 millones para reanudar los trabajos que se habían interrumpido por falta de dinero.
La doble calzada «Santana» es una obra gestionada por el actual congresista cartagüeño, Álvaro López Gil cuando ejercía como diputado de la Asamblea Departamental del Valle del Cauca, en el gobierno de Ubeimar Delgado.
Costo
Su costo inicial fue presupuestado en $13 mil 500 millones, cifra a la que debió adicionársele $4.500 millones por parte de la actual administración departamental, cuya titular, Dilian Francisca Toro condicionó el aporte a que no haría nuevos desembolsos y la doble calzada sería terminada en el menor tiempo posible.
Ante las demoras y protestas de los habitantes de la Comuna VII, en cuyo sector se construye la obra, la ONG «Misión Transparencia» entró a vigilar los trabajos y a servir de nexo entre la empresa que construye la obra y la interventoría, con la comunidad.
Inicialmente se acordaron reuniones periódicas en las que la empresa constructora «Villa de Robledo- Avenida Santana-» y la interventoría presentarían un informe detallado de los avances de la obra, además de absolver interrogantes de la ciudadanía y las mismas autoridades de Cartago.
Asistentes
De acuerdo a la ONG «Misión Transparencia», en la última reunión que contó con la asistencia de funcionarios del gobierno departamental del Valle del Cauca y de Cartago, los organismos de control representados en la Personería, la Contraloría y la Procuraduría, los ediles de la Comuna VII, algunos presidentes de Juntas de Acción Comunal y los medios de comunicación, entre otros, se logró que la firma contratista incluyera varios obras que no estaban en el trazado
Además, la reunión sirvió para que se fijara una fecha definitiva en la que concluirán los trabajos y se dará al servicio la doble calzada a Santana, la que se acordó para el próximo 15 de mayo del año en curso.
Se analizaron aspectos relacionados con la construcción y mejoramiento de la Avenida Santana y de sus obras complementarias, y se pidió información sobre los motivos o causas técnicas de la demora, las cuantías y acciones de siete «Otros Si».
Otras explicaciones
Igualmente se requirió una explicación sobre qué función cumple la interventoría en el proyecto, la inversión detallada del presupuesto, la veeduría y la vigilancia que se hace y los controles que se asumen.
Se interrogó a la constructora y a la interventoría cuáles son los motivos de la demora en la terminación de los trabajos, los cambios en los diseños y por qué en el trazado no se incluyó a la población discapacitada, sobre todo, de quienes deben movilizarse en aparatos ciclo ruedas.
Se preguntó además sobre qué plan de impacto ambiental contempla el proyecto, y en qué lugares se dan los recambios o sustitución de especies arbóreas.
Así mismo se pidió a los responsables de la obra explicar en qué porcentaje financiero y de ejecución va la vía, y se demandó de ellos cumplir con la entrega en el menor tiempo posible, habida cuenta que la gente que vive cerca de la avenida donde se llevan a cabo los trabajos se está enfermando por el polvo y los demás inconvenientes presentados.
Negligencia
Abimael Marín representante legal de la ONG «Misión Transparencia» responsabilizó a la constructora y a la interventoría del atraso y de los cambios de diseños sin socialización, y dijo que sus representantes han demostrado ser extremadamente negligentes.
Agregó que las ciclo rutas están mal trazadas, con malos acabados, mientras que las anunciadas rotondas no existen, el interventor no se ve casi nunca, y en los nuevos diseños desaparecieron un puente peatonal y un retorno que habían sido incluidos en el inicio.
Finalmente, el presidente de «Misión Transparencia» mostró su complacencia porque en la última reunión se logró el compromiso de la constructora de que en el segundo trazado de la vía, que va desde la Super 13 hasta la calle 20 se incluyeran rampas para personas discapacitadas o con problemas de movilidad en general, además de las ciclo rutas.
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