Por primera vez desde que arrancó la construcción de la doble calzada de «Santana», y debido a las demoras y quejas en torno a los trabajos, la firma interventora del proyecto le congeló el desembolso de una millonaria suma de dinero a la constructora «Consorcio Villa de Robledo», y le advirtió que no le recibirá la obra hasta tanto no corrija y solucione los numerosos problemas que presenta.
Abimael Marín, presidente de la Veeduría «Misión Transparencia», fue notificado de la decisión que afecta a la constructora en cuantía de $600 millones, por parte del representante legal de la Firma Interventora de la Doble Calzada, ingeniero Daniel Vélez.
Marín había oficiado a Vélez para advertirlo de que de ser recibida la obra por su firma en las condiciones actuales, sin los acabados, remates y las garantías que reclama la comunidad, «Misión Transparencia» elevaría las correspondientes denuncias de carácter penal, civil y administrativo.
Es de anotar que la construcción de la Doble Calzada está parada en los tramos donde existen predios no negociados y ahora en pleito entre sus propietarios y el gobierno departamental.
Acuerdo
De acuerdo a Misión Transferencia, otras entidades como la Personería, el Concejo de la ciudad, los organismos de control, la Administración Municipal y la comunidad en general asumirán la misma posición de denuncia.
«No permitiremos que una obra de tal calibre financiero e importancia regional termine siendo tan cuestionada, pasando por numerosos accidentes de planificación que hemos tenido que soportar los cartagüeños. Un pequeño aguacero genera represamientos de agua y hundimientos de bancas», dijo.
Denunció, también, que la obra presenta recámaras por encima de los niveles de la vía, y hay riesgos de toda índole y falta de personal técnico especializado que nos dé tranquilidad y garantías para que el proyecto cumpla con la función social de mejorar la movilidad y la interconexión vial.
No la recibirá
Marín dijo que el Interventor tampoco recibirá la doble calzada hasta tanto no cumpla con los acabados que técnicamente quedaron en los diseños iniciales, y de ahí que se tomó la decisión de frenar el desembolso de $600 millones.
La medida busca obligar a la constructora a que cumpla con los acabados básicos como son los que corresponden a hundimientos de una buena parte de la banca, nivelación de recámaras hacia la vía y sumideros donde se registran focos de inundación.
Vélez le explicó a Marín que la falta de sumideros hasta el momento obedece a la necesidad de observar, primero, el momento en que cae un aguacero y produce inundaciones para detectar, precisamente, esa problemática y proceder a la instalación de estos.
Aunque la Interventoría insiste que la instalación de los sumideros es de las últimas obras que se ejecutan en este tipo de construcciones, la verdad es que se presentan muchas problemáticas en el trayecto.
Problemas
Estéticamente la obra no se ve conformada y presenta demasiado escombro y residuos de material de trabajo que aún no se remueve, además de que se carece de embellecimiento en las zonas verdes.
Marín se mostró partidario de convocar a los medios de comunicación a un diálogo franco con los intervinientes en el proyecto, para que de cara a la comunidad y de una vez por todas se deje en claro qué va a pasar en el futuro con este proyecto, considerado el más importante del Norte del Valle en los últimos años y en el que se invierten $18 mil millones.
Destacó el esfuerzo mancomunada en la vigilancia de los trabajos con la presencia permanente de la Personería y el Concejo Municipal, la comunidad organizada y el gobierno local, así como la Veeduría «Misión Transparencia».
Nuevo Plazo
Según el Interventor de la doble calzada, Daniel Vélez, en reunión reciente en la Gobernación del Valle del Cauca se extendió el plazo al Consorcio «Villa de Robledo» en otros dos meses para entregar la obra, mientras se fallan los procesos de expropiación -vía judicial- de cinco predios que no fueron negociados ante la negativa de sus propietarios.
Tres de los predios en pleito corresponden al sector conocido como «Bocadillos», y uno más frente al Convento de las Monjas.
Esta situación ha hecho que la terminación de la doble calzada se haya demorado más de lo previsto, además de elevar los costos, dijo el presidente de «Misión Transparencia», Abimael Marín.
Marín expresó su confianza de que ahora que la problemática está en manos de las autoridades de la jurisdicción ordinaria, estos le den la debida celeridad a los procesos, y hagan sentir el bien general sobre el particular, con el fin de terminar la doble calzada en el menor tiempo posible.
Desatención
El presidente de «Misión Transparencia» lamentó que la legislación colombiana es extremadamente permisiva con los contratistas civiles, y dijo que en el caso de Cartago la constructora de la doble calzada no atiende a nadie, ni recibe recomendaciones y sugerencias por buenas y productivas que estas sean.
Recordó Marín la actitud irrespetuosa que han tenido con el mismo Secretario de Movilidad, Tránsito y Transportes a quien, dijo «no le paran bolas ni le responden los requerimientos.
«Esa displicencia desemboca, en algunos casos, en accidentes de tránsito fatales y en improvisaciones que terminan por generar grandes conflictos», manifestó Marín, tras reiterar en la necesidad de que la concesionaria de la obra convoque a una rueda de prensa para explicar los muchos interrogantes existentes en torno a la obra.
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