Tras los hechos violentos que sacudieron el municipio de Tuluá, en el Valle del Cauca, se anunció que los gobiernos de Colombia y Estados Unidos colaborarán para extraditar a los líderes de la banda criminal La Inmaculada, responsables de sembrar el terror en la región.
En el marco del Consejo de Seguridad realizado en Tuluá el domingo 11 de febrero, las autoridades regionales confirmaron que la Policía de Colombia y la Agencia Federal Antidrogas de los Estados Unidos (DEA) trabajarán juntas para llevar a cabo este proceso de extradición. La medida tiene como objetivo enfrentar las acciones delictivas de la banda, vinculada al narcotráfico y al crimen organizado.
Alias ‘Pipe’ y ‘Nacho’, principales líderes de La Inmaculada, serán trasladados a los Estados Unidos para enfrentar cargos relacionados con el tráfico de drogas. Según fuentes oficiales, detrás de esta organización criminal hay narcotraficantes invisibles que exportan droga hacia territorio estadounidense, y las autoridades están trabajando para establecer sus vínculos con los capturados en Tuluá.
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El comandante de la Policía, general William Salamanca, señaló que la estrategia para desmantelar La Inmaculada, conocida como Operación Tuluá, incluye una cooperación internacional fuerte debido a que muchos delincuentes que operan en Colombia también cometen crímenes en el exterior.
Mauricio Marín Silva, alias ‘Nacho’, fue capturado recientemente en una operación conjunta en el corregimiento San Lorenzo, zona rural de Tuluá. Este individuo, identificado como el cabecilla visible de La Inmaculada, era el encargado de coordinar las actividades criminales de la organización y contribuyó a su escalada de violencia en los últimos años.
El Consejo de Seguridad en Tuluá busca adoptar nuevas medidas para garantizar el orden público después de una noche de violencia, que incluyó ataques sicariales, la muerte de un agente de tránsito y la quema de varios vehículos. La gobernadora Dilian Francisca Toro ha ordenado la militarización del municipio, mientras que el alcalde Gustavo Vélez ha decretado toque de queda y anunciado operativos de control con el apoyo de más unidades de Policía y Ejército.
El presidente Gustavo Petro se pronunció sobre la situación y afirmó que su gobierno no se dejará chantajear, en respuesta a un presunto comunicado de La Inmaculada que circula en redes sociales. Aunque la autenticidad del panfleto está en duda, las autoridades están tomando medidas para garantizar la seguridad y el bienestar de la población de Tuluá.
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