El jueves anterior en el Centro Regional de Memoria Histórica de Cartago se hizo entrega de 37 certificados a víctimas y victimarios del conflicto armado, en una iniciativa llamada FORPAZ (Formación para la paz y la reconciliación), donde se contó con la participación de la Agencia Colombiana para la Reintegración –ACR- entidad encargada de retornar a los desmovilizados a la legalidad.
Para los miembros de la fundación de desplazados “Nuevo Amanecer”, es importante no quedarse solamente como víctimas del conflicto armado sino que también es importante trascender y entender que las personas que en algún momento les hicieron daño también fueron víctimas por el abandono estatal y no tuvieron las oportunidades para salir adelante y no les quedó otra opción que irse a la guerra, y es desde esta perspectiva es que se viene trabajando en el tema de la reconciliación.
Para María Isabel Barón coordinadora regional de la Agencia Colombiana para la Reintegración en el Valle del Cauca, esta iniciativa que se hizo en Cartago es piloto, “donde nuestro propósito fue preparar a las personas y a las instituciones para que entendamos que convivimos con una serie de población que requiere unas atenciones, hoy tenemos víctimas, desplazados, personas en proceso de reintegración que son personas que han dejado las armas y que quieren volver a sus comunidades con sus familias, este fue el escenario donde encontramos historias que nos permitieron encontrar espacios de reconciliación y estas personas guardan mucho dolor y necesitan ser escuchadas y entender que este conflicto es más allá de buenos y malos”, en el Valle del Cauca se han desmovilizado aproximadamente 2.556 personas de las cuales hoy estamos atendiendo 1.500 que hacen parte de este proceso, que están estudiando y trabajando, agregó Barón.
Carmen Agudelo docente que desde hace doce años viene trabajando en talleres de perdón y reconciliación y que desde hace 3 años está vinculada con la ACR, trabajó con estas 37 personas en nueve módulos de 40 horas donde se tuvo en cuenta las competencias ciudadanas para la formación de las personas teniendo en cuenta la pedagogía del cuidado.
Lo llamativo dentro de esta clausura fue cuando Rene Otero tomó el micrófono y relató cómo desde los 11 años ingresó a la guerrilla de las FARC en el departamento del Cauca después de haber sido amapolero y no encontrar otra opción de vida, donde después de estar 5 años en este grupo armado ilegal y de ver que uno de sus hermanos había sido capturado por las autoridades tomó la decisión de fugarse de estas filas y dirigirse a una de las ciudades, en medio de tantas dificultades vividas encontró apoyo en personas y en la ACR, pero Otero aparte de reconocer que fue victimario expresa que también fue víctima del estado qué en su momento no le pudo brindar el apoyo que necesitaba, en este acto Rene tuvo la valentía de pedirle perdón a Lilia una víctima del desplazamiento y aunque no tuvo nada que ver directamente con su situación sí estuvo inmerso en el conflicto haciéndole daño a otras personas.
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