CiudadRegion.com | Cartago | 12 JUL 2015 – 11:42 am
Miembros de la Octava Brigada involucrados en el robo de 403 armas de fuego de un depósito en el batallón San Mateo de Pereira, llegaron a un preacuerdo con la Fiscalía 26 Seccional de Buga, Valle del Cauca, para acogerse a sentencia anticipada.
De este modo, el sargento segundo César Andrés Castro Eslava, que tenía 15 años de servicio en el Ejército Nacional y que se desempeñaba como armerillo en dicha unidad militar, fue sentenciado a una pena de 5 años y 5 meses de prisión.
Por su parte, el soldado profesional Jhon Freddy Gaviria López, que tenía 16 años de labores, deberá purgar una condena de 7 años de cárcel.
Los uniformados, procesados por el delito de concierto para delinquir, fueron capturados el pasado 2 de febrero de este año en la capital del Risaralda por miembros del Cuerpo Técnico de Investigación, CTI, en coordinación con servidores de la unidad investigativa contra bandas criminales de la Sijín de la Policía Nacional, en operativos realizados en la urbanización La Hacienda Dos y el mencionado batallón.
La investigación en contra de los militares surgió luego que la Fiscalía obtuviera información extraída de las interceptaciones telefónicas que realizaba el CTI a la banda delincuencial comandada por Álex Toro, con injerencia en el norte del Valle del Cauca y Risaralda, en las que se evidenciaba la existencia de una persona dentro de la unidad militar que comercializaba armas de fuego, motivo por el que se tomó la decisión de compulsar copias y abrir una nueva investigación.
Durante del proceso se estableció que las armas extraviadas correspondientes a 109 fusiles, 188 revólveres, 87 pistolas, 11 escopetas y 3 subametralladoras, que fueron dejadas en custodia en ese batallón habían desaparecido y estaban siendo vendidas a bandas delincuenciales.
Recientemente el coronel Germán Puentes Aguilar, comandante de la Octava Brigada, señaló que algunos de estos elementos ya han sido recuperados, dos de ellos se encontraban en manos de delincuentes comunes en el municipio de La Tebaida.
Fuente: Crónica del Quindío
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