Entre los meses de julio y octubre las ballenas yubartas regresan a las cálidas aguas que las vieron nacer, para cumplir con su hermoso ritual de reproducción y apareamiento. Cada año por esta época, las aguas del Parque Natural Uramba en Bahía Málaga, se convierte en la sala cuna de estos gigantes migratorios marinos procedentes de la Antártida.
Es un espectáculo natural único en el mundo
La llegada de estas enormes vallecaucanas se convierte en todo un acontecimiento para la región que desde este 16 de julio inicia oficialmente la temporada de avistamiento de ballenas, en un evento que reúne a las autoridades ambientales, marítimas, así como lancheros y hoteleros de la zona.
Las ballenas jorobadas son los mamíferos más grandes del planeta y viajan entre 6 y 8 mil kilómetros desde la Patagonia chilena o la Antártida hasta las aguas del Pacifico, para deleitarnos con sus cantos, saltos y acrobacias.
PROTOCOLO DE AVISTAMIENTO
La afluencia masiva de visitantes para presenciar este maravilloso espectáculo natural con sus saltos, cortejo y los jugueteos, ha suscitado que las autoridades reglamenten sus avistamientos, en busca de salvaguardar la integridad de las ballenas.
La prioridad de las autoridades marítimas y ambientales es la protección de las ballenas y velar por que puedan alimentar y enseñar tranquilamente los hábitos de su especie a sus pequeños ballenatos.
“Para contemplar sus saltos y acrobacias, es necesario aproximarse mínimo a 200 metros de distancia, siempre ligeramente por detrás de la dirección en la que nadan, sin perturbarlas ni perseguirlas, sobre todo si van en compañía de sus crías”, señala Edward Sevilla, biólogo de la Dirección Ambiental Regional Pacífico Oeste de la CVC.
El protocolo estipula que el avistamiento de las ballenas jorobadas debe durar entre 15 y 30 minutos máximos. La motonave debe acercarse lentamente, de forma paralela ligeramente por detrás de animal. Entre las precauciones que entrega la CVC, se hace énfasis en que durante el avistamiento sólo deben permanecer hasta cinco embarcaciones por grupo de ballenas, conservando la distancia mínima entre la lancha y la yubarta que sea de 200 metros.
La reglamentación sobre cómo observar las ballenas incluye capacitación a hoteleros, guías y lancheros, así como, el establecimiento de deberes por parte de los turistas, entre los que se cuentan evitar la natación y el buceo cerca de las jorobadas, guardar los residuos que resulten durante el avistamiento en el maletín para disponerlos en canecas apropiadas y mantener limpia la playa y el mar.
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