El más grande bioparque de América Latina está en Pereira

El Tiempo | Bogotá D.C. | 20 JUL 2015 – 9:05 am

La espera acabó. Durante 15 años los risaraldenses, en especial los pereiranos, escucharon hablar de estudios, diseños y obras encaminadas a construir el primer bioparque de Colombia, uno de los más grandes y completos de Latinoamérica. Ukumarí, que en lengua quechua significa ‘aquel que tiene la fuerza del oso’, es hoy una realidad y promete convertirse en uno de los destinos turísticos más importantes del país.

Se levanta en todo el centro de la geografía colombiana, en el kilómetro 14 de la vía que de Pereira conduce a Cerritos. Allí, en medio de tierras cafeteras, se destinaron 44,7 hectáreas a un zoológico, varias aulas para estudio ambiental, un jardín botánico, una clínica veterinaria (la más moderna de Suramérica) y un museo antropológico que, entre otras atracciones, hacen parte del bioparque.

Gabriel Aguado, médico veterinario y experto internacional de zoológicos, vaticinó que el bioparque Temaikén, de Argentina, que él diseñó y dirigió, dejaría de ser el número uno de América Latina cuando Ukumarí se abriera.

Y no son para menos los augurios. Ukumarí es un templo animal y vegetal en el que se le hace culto a la vida. Allí no hay jaulas ni espacios carcelarios. Cada rincón presenta un escenario natural en el que no existen barreras visibles.

Conservación, educación, investigación y recreación son los pilares de este gran parque temático en el que se puede vivir una verdadera experiencia de cercanía con la fauna y la flora, así como con la cultura, de los cinco continentes.

Desde el principio se dijo que construir un centro turístico de tales magnitudes sería una tarea titánica, pero, si bien falta camino, los ambiciosos planes ya se han empezado a materializar.

La primera de las siete biorregiones que tendrá Ukumarí está lista; fue inaugurada el pasado 30 de junio y su nombre es Bosque Andino. Para este primer peldaño del que sería el pulmón verde de Pereira se invirtieron 100.000 millones de pesos, provenientes de la Nación a través del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y de la alcaldía de Pereira, a través del Instituto de Fomento y Promoción del Desarrollo Económico y Social de Pereira (Infipereira).

Ese último día de junio empezó el traslado oficial de los animales del tradicional zoológico Matecaña (cerrado recientemente) a los bosques de Ukumarí. Semanas atrás ya habían llegado algunas especies de aves y mamíferos, entre ellos la osa de anteojos, que fue la primera en arribar.

Lo que viene

El próximo 30 de septiembre, un mes después de lo previsto, se abrirán las puertas de Ukumarí al público. “Vamos a tomarnos más tiempo, queremos ser responsables con el manejo de los animales; ellos son los que determinan nuestros cronogramas”, señaló Javier Monsalve, gerente del Infipereira, entidad encargada del Bioparque.

El costo de la entrada será de 39.000 pesos para adultos y 29.000 para niños.

En total, en los 820.000 metros cuadrados de Ukumarí, tematizados de forma espectacular del suelo a los techos, habitarán unos 500 animales y 74.000 plantas. Serán huéspedes de honor que tendrán a su completa disposición un grupo de biólogos, zootecnistas y veterinarios de talla nacional e internacional, que les prestarán los cuidados necesarios para garantizar su bienestar.

En diciembre de este año, estará lista la segunda biorregión, Sábana Africana, que implica la llegada de animales de mayor tamaño como el elefante, la jirafa, el hipopótamo, el tigre y el león. Las otras cinco –Bosque Tropical Africano, Manglares Asiáticos, Acantilados Suramericanos, Zonas Áridas del Caribe y Amazonas– se abrirán paulatinamente.

Al final, cuando el bioparque esté terminado en su totalidad, se habrán invertido unos 300.000 millones de pesos en el proyecto.

Se espera que Ukumarí se convierta en un motor de desarrollo para Pereira y en una nueva oportunidad de catapultar el turismo en la región. Como lo han señalado desde hace más de una década las últimas administraciones de Pereira, este proyecto será el mejor complemento para la oferta del eje cafetero y, junto con el Aeropuerto Internacional Matecaña, un nuevo orgullo de ‘la querendona, trasnochadora y morena’ ciudad paisa.

Pensando en el planeta

Las aguas residuales de la actividad de los cientos de animales y visitantes de Ukumarí serán tratadas en una planta de última tecnología, con una capacidad para 8,8 litros por segundo.

Esta planta, que tuvo un costo de 2.000 millones de pesos, permitirá que las aguas servidas se devuelvan al río Consota (de Pereira) en condiciones químicas y bacteriológicas apropiadas.

Los procesos de depuración del agua podrán ser estudiados y conocidos por los visitantes del bioparque.

Responsabilidad con la sociedad

Darle un nombre a este bioparque fue la primera de las actividades que buscaron la apropiación del proyecto; gracias a los aportes de 17.000 habitantes de la capital pereirana, que hicieron parte del programa ‘Pioneros’, se llegó al consenso de llamarlo Ukumarí.

Por otra parte, la comunidad del barrio Galicia, que colinda con el Bioparque, fue incluida en una serie de programas de emprendimiento que van desde la capacitación para ser guías turísticos de Ukumarí hasta la producción y comercialización de bisutería.

Ukumarí, además de ofrecer jornadas de salud y actividades lúdicas a estas comunidades, pretende convertirse en una fuente de empleo para sus vecinos más cercanos.

Más libertad con la malla invisible

Durante cuatro meses, unas mil personas en China tejieron a mano 10.000 metros de malla ‘Invisinet’ con la que se cubrirán algunos exhibidores, como el de las aves, el ocelote, el tití gris, la taira y el mono de noche. La malla, de acero inoxidable, es casi imperceptible para el ojo humano y a los animales les da una sensación más amplia de libertad.

Según sus creadores, no existe riesgo de que algún ejemplar pueda escaparse. Algunos de los asiáticos artesanos viajaron a Pereira para instalar la malla.

Clínica cinco estrellas

Esta será la más grande de Colombia y una de las más avanzadas de Latinoamérica, dijo el gerente del parque Ukumarí, Javier Monsalve, sobre la clínica veterinaria de Ukumarí.

Con un área de 1.600 metros cuadrados, ofrecerá atención especializada a animales de todo el país y servirá de aula de estudio e investigación para los alumnos de las diferentes instituciones de la región, quienes también podrán realizar prácticas profesionales allí.

En sus modernas instalaciones, construidas con los más altos estándares internacionales para el cuidado de fauna silvestre, se encuentra: sala de observación, sala de cirugía, cuarto de rayos X, zona de neonatos, zona de incubación y cuatro laboratorios de alta tecnología.

El traslado de los animales a Ukumarí

El popular Zoológico Matecaña, que alegró a familias enteras durante 60 años, es hoy un recuerdo. Desde que cerró sus puertas el pasado 30 de abril, uno a uno se han estado yendo sus queridos huéspedes, los cerca de 550 animales que hacían parte de esa gran familia.

La buena noticia es que no viajarán lejos; se irán con mejores condiciones y como invitados de lujo al Bioparque Ukumarí. Pasarán a manos del Instituto de Fomento y Promoción del Desarrollo Económico y Social de Pereira (Infipereira).

Pero, por ser un proceso riesgoso y dispendioso, el traslado de estos animales, que inició el pasado 30 de junio, podrá tomar hasta dos meses. Algunos pensarían que se trata de sedar a los animales, sacarlos de su hábitat actual y trasladarlos a uno nuevo. Pero absolutamente no.

Según el experto en zoológicos Gabriel Aguado, esa es la última alternativa y sólo se llegaría a tal punto en situaciones de emergencia.

En cambio, los animales deben ser acondicionados durante varias semanas para que voluntariamente ingresen a la caja (cada especie tiene la suya) en la que serán transportados a su nuevo hogar.

La puerta de aquella caja deberá coincidir con la de su nueva casa, en Ukumarí, y el ingreso a la misma será controlado. El proceso para que el animal entre por su cuenta, coma y duerma allí tardará semanas. Cuando se logre, se bajará la puerta y se hará el traslado.

El del elefante es el proceso más largo; puede tomar hasta seis meses, por el tamaño del animal. En este caso, el traslado debe hacerse en un contenedor que también será adecuado para que el individuo relacione el espacio como su dormitorio.

Luego de esto, y pensando en evitar movimientos bruscos, el contenedor será transportado por una grúa y un camión especiales.

Paso a paso del proyecto

Compra del terreno

1999: la alcaldía de Pereira adquiere un lote de grandes proporciones en el sector de Galicia.

La idea y los estudios

2002: se concibe la idea y se inician los estudios de viabilidad.
2003: se entrega el informe de prefactibilidad.
2004: se realizan algunos diseños previos.

Los diseños

2007: se compran más terrenos para la ejecución del proyecto.
2008: se inicia la etapa de diseños arquitectónicos y paisajísticos.

Gestión de recursos

2001: se inicia el movimiento de tierra.
2012: Infipereira asume la propiedad del bioparque y se gestionan recursos con el Gobierno Nacional para la primera fase.

La construcción

2013: comienza la construcción de las dos primeras biorregiones de Ukumarí (Bosque Andino y Sabana Africana).

Inicio de operaciones

El pasado 30 de junio, con la inauguración de su primera biorregión y el traslado de los primeros animales, Ukumarí inició oficialmente su operación.

Fuente: Lisa Fernanda García / ElTiempo

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