Frisby
En un movimiento que sacude el panorama empresarial y gastronómico del continente, Frisby España realizará cambios de forma inmediata, luego de ser señalada por plagio por parte de Frisby Colombia, una de las cadenas de pollo frito más reconocidas de América Latina. La compañía europea anunció una transformación radical que incluye modernización del logo y mascosta, directiva y suspensión de su expansión, como respuesta a un proceso legal aún en curso.
El conflicto estalló cuando Frisby Colombia denunció a Frisby España S.L. por el uso no autorizado de elementos gráficos, colores y tipografías que, según argumentan, son idénticos a los de su marca registrada. La firma colombiana considera que se trata de una suplantación de identidad comercial, mientras que la empresa española defendió su postura acudiendo ante la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) para solicitar la revocación de los derechos marcarios, alegando que se encuentran inactivos en Europa. La resolución está aún pendiente.
Este conflicto legal entre Frisby Europa y Colombia ha despertado una ola de comentarios en redes sociales, tanto de consumidores como de empresarios que ven en el caso un ejemplo crítico de los retos de la internacionalización y el respeto a la propiedad intelectual.
Como parte de las acciones correctivas, la empresa informó mediante un comunicado oficial que se implementarán tres medidas clave:
La salida de Barrenechea se dio tras declaraciones en las que aseguró que algunas decisiones operativas, como la gestión de redes sociales y la web corporativa, se tomaron sin su conocimiento ni consentimiento. Además, criticó la falta de mecanismos efectivos de control interno.
Tras la salida de Barrenechea, el mando de la compañía será asumido por la ahora accionista mayoritaria, Jacqueline Guillemine Pérez Parcha, ciudadana belga residente en Bruselas. La acompañará en la gestión Charles Dupont, nuevo representante legal en territorio español.
Este cambio en la cúpula administrativa representa un intento claro por parte de la empresa de marcar distancia con los hechos denunciados, reforzar la gobernanza y recuperar la confianza de inversionistas y potenciales franquiciados.
Uno de los efectos inmediatos del escándalo ha sido la suspensión de las franquicias de Frisby España, que habían captado el interés de empresarios en distintas ciudades de Europa. La empresa indicó que la pausa servirá para evitar compromisos jurídicamente riesgosos y para revisar las candidaturas actuales, renegociar con inversionistas y ajustar la planificación operativa al nuevo escenario.
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La congelación de la expansión llega en un momento en el que el mercado europeo de comidas rápidas muestra alto dinamismo, lo que representa un revés estratégico que la empresa buscará revertir una vez se resuelva la disputa.
En su comunicado, Frisby España fue enfática en que con estas transformaciones pretende desvincularse totalmente de la identidad visual y legal de Frisby Colombia, marcando una nueva etapa con marca propia y directiva renovada.
La empresa cerró su pronunciamiento reiterando que seguirá atenta a la decisión final de la EUIPO, la cual será determinante para definir su permanencia, branding y expansión en el mercado europeo.
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