Deslizamiento en el sector de El Rodeo en Dosquebradas
La ciudad de Dosquebradas enfrenta una de las crisis más graves de su historia reciente: más de 110 mil habitantes continúan sin agua debido a un deslizamiento de tierra que ha impactado el sistema de suministro. Esta emergencia afecta aproximadamente al 70% de la población, quienes han visto interrumpido el acceso a este recurso vital.
El deslizamiento, ocurrido en el sector de El Rodeo, ha tenido un efecto devastador. La emergencia afectó las dos principales redes de conducción de agua que abastecen a la ciudad. Una de estas redes proviene de la planta de Empocabal, y la otra es una tubería de 10 pulgadas que transporta agua desde las bocatomas de Santa Elena y San Joaquín.
La magnitud del deslizamiento es alarmante, especialmente en un momento de fuertes lluvias que han saturado los taludes de la región, haciendo más compleja la labor de reparación. «Estamos enfrentando un deslizamiento de gran magnitud, y la saturación de los taludes en la zona hace que las condiciones sean más difíciles», expresó John Jairo Gómez Castaño, gerente de Serviciudad.
El equipo técnico de Serviciudad, junto con diversas cuadrillas, trabaja sin descanso para restablecer el servicio. La meta es resolver el problema en un plazo de dos días, aunque esto depende en gran medida de que las condiciones climáticas no empeoren.
«Contamos con un equipo técnico comprometido que está trabajando arduamente para encontrar soluciones rápidas y efectivas», indicó Gómez Castaño, enfatizando la dificultad del trabajo en terreno debido a la inestabilidad de los taludes.
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Para mitigar el impacto de esta crisis, el municipio ha puesto en marcha un plan de distribución de agua mediante camiones cisterna. Las localidades más afectadas incluyen La Pradera, Cerro Azul, El Mirador, Carboneros, Los Naranjos, La Romelia, Los Molinos, Santa Isabel, La Soledad, Girasol, y La Graciela. Las cuadrillas están llevando agua potable a estas zonas con el fin de garantizar un mínimo de abastecimiento mientras se resuelve el problema.
«Estamos comprometidos en ayudar a la comunidad en este momento crítico», añadió Gómez Castaño, quien destacó la importancia de la colaboración de todos los sectores para superar la emergencia.
El desabastecimiento de agua ha generado malestar y preocupación entre los habitantes de Dosquebradas. En un momento en que la temporada invernal ya ha causado estragos en varias partes del país, la interrupción del servicio básico de agua agrava las condiciones de vida de miles de personas.
A pesar de las dificultades, las autoridades locales mantienen la esperanza de resolver la crisis en un plazo razonable, aunque el estado de los taludes y las lluvias constantes son factores que podrían complicar los esfuerzos de reparación.
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