El 2024 termina sin buenas noticias para los habitantes del Quindío, ya que las dobles calzadas Calarcá-Armenia-Montenegro siguen sin completarse. Pese a que el contrato de construcción fue extendido hasta el 31 de diciembre de este año, los avances son mínimos y las expectativas de entrega parecen inalcanzables.
El proyecto, iniciado en septiembre de 2021 y adjudicado al Consorcio Vías y Equipos del Café por el Instituto Nacional de Vías (Invías), prometía transformar la movilidad en la región. Sin embargo, lo que debía ser una obra terminada en julio de 2023 se ha convertido en un dolor de cabeza para la comunidad, los contratistas y las autoridades.
Con un presupuesto de 115 mil millones de pesos, el contrato contempla la construcción de 6.8 kilómetros de doble calzada y la rehabilitación de sectores críticos en dos tramos principales:
A solo días de finalizar el plazo extendido, los reportes del avance son desalentadores, y gran parte del presupuesto asignado ya ha sido utilizado sin resultados significativos.
Los trabajos en este tramo han avanzado parcialmente. Se han intervenido sectores puntuales, como los puentes La Florida y La María, donde se demolieron predios, se levantaron muros de contención y se instalaron estructuras metálicas en puentes cortos. Sin embargo, las cercanías al puente La María hacia Calarcá permanecen prácticamente sin intervención.
En este tramo, las obras apenas alcanzan puntos dispersos, como la zona de la Central Mayorista de Armenia y algunos sectores cercanos a los moteles. Lugares clave, como el pantanillo y el puente sobre el río Espejo, aún no han sido intervenidos, lo que evidencia que más de la mitad del tramo sigue pendiente.
Además, la compra de predios, esencial para la continuación de las obras, está incompleta en ambos tramos, generando incertidumbre y retrasos adicionales.
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El estancamiento de las obras viales en el Quindío no solo afecta la movilidad, sino también la economía regional. Las dobles calzadas se proyectaban como una solución clave para agilizar el transporte de bienes y servicios, mejorar la seguridad vial y atraer turismo.
La comunidad expresa su preocupación por la falta de avances visibles y la ausencia de respuestas claras por parte de Invías. Además, el impacto presupuestal de las extensiones y los retrasos es una incógnita que genera descontento entre los ciudadanos.
La situación de las dobles calzadas Calarcá – Armenia – Montenegro refleja un problema recurrente en la ejecución de proyectos de infraestructura vial en Colombia: la falta de planificación efectiva y la gestión deficiente de recursos.
A medida que se aproxima el fin del contrato, el llamado es a las autoridades y contratistas para que proporcionen respuestas claras y prioricen la finalización de las obras. La comunidad del Quindío espera que el 2025 sea el año en que, finalmente, se entreguen estas vías clave para la región.
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