Esta semana aparecieron en la ciudad dos caracoles gigantes africanos, situación que preocupa a los sectores de Salud Pública, Medio Ambiente y Agricultura, ya que es una especie considerada como plaga y que puede ocasionar en el ser humano a través de la manipulación de su baba, problemas intestinales o neuronales que pueden causar serias complicaciones.
“Un caso se presentó en una casa de familia, cuyos habitantes de la residencia manifiestan que fue traído desde el municipio de Chinchiná por una niña y el animal ya fue sacrificado; la segunda situación surgió en un supermercado dentro de una bolsa con espinacas, producto que venía desde el Valle del Cauca, inmediatamente los técnicos de saneamiento se dieron a la tarea de investigar ese lote para descartar la presencia en otros sitios”, afirmó Héctor William Restrepo Osorio, Secretario de Salud de Manizales.
El Ente Municipal viene trabajando conjuntamente con la Secretaría de Medio Ambiente y Corpocaldas para tomar las acciones necesarias y así evitar la propagación del animal, ya que su capacidad hermafrodita le da la posibilidad de reproducirse con rapidez.
La recomendación que se hace a la población es que en caso de encontrar un caracol de esta especie, el cual se reconoce por su tamaño y las rayas cafés en la concha, se debe proceder tomando una foto del molusco para dar aviso a los entes de control previamente mencionados de manera inmediata.
El Secretario hizo énfasis en que por ahora la comunidad no se debe alarmar frente al tema, ya que los casos encontrados han sido controlados y se vienen realizando todas las labores de inspección en diferentes sitios, todo esto con el fin de evitar una posible propagación.
En contexto.
El caracol gigante africano puede alimentarse de prácticamente todo y puede convertirse en una especie plaga de importancia económica en diversos sistemas productivos agrícolas. Por sus hábitos alimenticios y la preferencia que muestra por colonizar espacios como basureros con presencia de ratas, pueden adquirir fácilmente parásitos, bacterias y hongos lo que los convierte en potenciales vectores de microorganismos que pueden afectar la salud de humanos, animales domésticos y ganados diversos. Por tal motivo la principal recomendación es no manipular los caracoles con las manos, y no hacer uso de estos organismos o sus productos para ningún fin.
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