Uno de los puntos donde permanecen los animales es la Unidad de Protección Animal (UPA). Una finca a las afueras de Manizales donde viven cerca 350 animales a cargo de 17 personas, entre médicos veterinarios y operarios nocturnos.
Los perros, gatos, bovinos y equinos son una población flotante que llega al albergue porque estaban en sitios públicos sin su dueño, atropellados, por denuncias de maltrato de la comunidad o rescates que hace el Grupo de Atención y Rescate Animal (GARA).
De acuerdo con Óscar Rodas, director de la UPA, una de las maneras para reducir el abandono de los animales es controlando su reproducción. Por eso se adelantan campañas gratuitas de esterilización para los estratos 1 y 2. Este año se han hecho alrededor de 3.153 cirugías.
“Las poblaciones caninas y felinas han disminuido, sin embargo, su tasa de reproducción es alta. Casi que cada ocho meses pueden volver a tener crías y esto aumenta la población. Por eso llegamos a las veredas y los barrios para hacer estos procedimientos”, comenta Rodas.
Este año se ha logrado dar en adopción 1.583 animales, que para el concejal Jhon Hemayr Yepes, es una buena cifra. Pero hacen falta otras iniciativas para solucionar la problemática de los animales abandonados.
“Necesitamos un censo de los animales de calle para saber si las inversiones son las apropiadas o no. Este año el Concejo aprobó 1059 millones de pesos para la UPA y planes de esterilización. Pero no sabemos si es suficiente o no. Necesitamos hacerle seguimiento a los animales que se dan en adopción con un microchip, para saber si su trato es el adecuado o sancionar al dueño que abandone a su mascota”, añade el funcionario.
La gestiones de los voluntarios para rescatar animales
`Si los animales hablaran` es un colectivo que agremia a fundaciones de Manizales y a más de 100 voluntarios que se encargan de recoger animales que son atropellados o abandonados. Guillermo Quintero es uno de los voluntarios que con jornadas de donación buscan tener alimento y todo lo necesario para atender estos casos.
“Tenemos una tonelada de alimento que recogimos este mes y hemos dado en adopción 40 perros y gatos. Nosotros nos encargamos que buscar hogares de paso por unos días y luego encontrar a alguien que los quieran adoptar. Nos ha pasado que a los ocho días nos regresan los animales, por eso tienen que estar seguros de esta decisión”, cuenta Quintero.
Xiomara Valencia es ingeniera de sistemas y trabaja con la Fundación Huella de Amor, donde tiene 10 perros y gatos adultos para dar en adopción. Su casa funciona como hogar de paso y desde hace cinco años tiene tres perros y tres gatos adoptados.
“Me motivó ver que estos animales pasan necesidades y no pude ser indiferente a eso. Por ejemplo Toby padece de un problema de elasticidad en la piel y necesita cuidados diarios. Parece de vidrio y con cualquier roce se le cae la piel”, cuenta Xiomara.
Otro de los grupos defensores de los animales es el Colectivo Identidad Animal donde se encuentran siete de ellos para dar en adopción. La estudiante de veterinaria, Jessica Quiroz, líder del movimiento tiene en su casa ocho animales adoptados. Con rifas, ventas en la ciclovía y caminatas que se difunden en redes sociales, los voluntarios buscan recursos para atender a los animales.
“Llevamos 10 años en la labor de rescate y protección. Recogemos animales enfermos o atropellados. Los más difíciles de dar en adopción son los gatos negros porque hay un temor y un mito con este color y los perros de talla grande”, añade Jessica.
Entre más adultos es más difícil darlos en adopción y en época de navidad es donde más abandonos se registran o más pérdidas, pues el sonido de la pólvora los asusta y algunos de ellos huyen de sus casas.
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