Leyendo y reflexionando sobre el interesante artículo del columnista Iván Darío Villegas en ciudadregion.com del 7 de marzo de 2021, titulado Cartago: La ciudad de los sueños, encuentro coincidencias con mi pensamiento.
Es verdad, en Cartago mayormente todo se va en sueños e ilusiones, pajaritos de oro y cantos de sirena, no solo para quienes pagamos impuestos como predial y complementarios, sino también para la mayoría de sus habitantes.
Lo planteé en el artículo Cartago progresista del 11 de octubre de 2020, recalcando la migración especialmente de su juventud en busca de empleo y estudio en otras localidades, o en el exterior para quien puede hacerlo, porque en la ciudad las oportunidades laborales son milagrosas. Y los gobiernos locales y regionales poco o nada han hecho en este sentido a través de los años y ahora los efectos negativos de la pandemia en destrucción de empleo y aumento de la pobreza, lo hacen más apremiante. Nuestros hijos poco futuro avizoran. Los parques se llenan cada vez más de desocupados y pocos pensionados, que buscan paliar allí en buena proporción sus desencantos o convirtiéndolos en sus oficinas públicas de esperanza virtual.
Lo que sorprende es que todos hablan y ponderan las riquezas y potencialidades de la ciudad y la región. Que son innegables y difíciles de desconocer. Pero falta acción, decisiones, metas claras y ejecutivos que las lleven a cabo con persistencia y convicción.
Mucho se habla, poco se ejecuta. Proyectos y acuerdos importantes como el parque industrial y la zona franca aprobados en 1998, pasaron al olvido. La vía Zaragoza- aeropuerto- Anacaro (Flor de Damas), se planteaba en el POT de antes del 2000 descongestionando la ciudad y a pesar de contar con el visto bueno del gobierno nacional, quedó pendiente en el tiempo por falta igualmente de gestión y compromiso. Del aeropuerto de Santa Ana son décadas de alabar sus fortalezas y planes que nunca han aterrizado. Probabilidades que disminuyen si no se ponen las pilas ante el avance y empuje que si ponen los dirigentes y dolientes del aeropuerto vecino de Palestina Caldas. El aeropuerto del Café en Palestina recibió concepto favorable de utilidad estratégica por parte del CONPES, (Consejo Nacional de Política Económica y Social) y aval fiscal que compromete al gobierno nacional con aportes por $448.119 millones y regionales por 483.739 millones en su etapa inicial.
Y Cartago sigue regodeándose y sobre estudiando las propuestas que desde muchos años atrás le ha hecho el gobierno vecino de Pereira y Risaralda sobre la integración aeroportuaria. Es poco lo que conoce la comunidad y en particular este suscripto columnista, sobre las conversaciones y decisiones respecto a la nueva invitación que el alcalde de Pereira, Carlos Alberto Maya, hizo a la dirigencia cartagüeña de integrase al área Metropolitana de Centro Occidente que incluso el mismo mandatario, caracterizado ejecutivo, presentó ante el Concejo de la ciudad de Cartago en la sesión del 31 de agosto de 2020, relatado en el artículo Sinergia Metropolitana recargada.
En este sentido, escuché con mucha atención la sesión del concejo municipal del 11 de febrero de 2021, donde se tenía invitado al gerente del aeropuerto de Santa Ana S.A., el profesional Juan Carlos Arias Montoya, esperando saber cómo iba la propuesta integracionista del alcalde Maya en lo relacionado con el terminal aéreo, pero el tema integracionista aeroportuario fue tocado tangencialmente. Pero si se comprueba las limitaciones para la sobrevivencia del terminal aéreo y para poder mantenerse dentro de los lineamientos mínimos de la Aeronáutica Civil, para no ser cerrado y cumplir con las exigencias propias de una Empresa Industrial y Comercial del Estado. Las necesidades y esfuerzos son evidentes. Confirma su gerente que su principal accionista es el municipio de Cartago, prácticamente el dueño, con el 89.46% de participación (36.000 acciones de 40.000), ciudad que no tiene los recursos económicos para cambiar el rumbo y la única manera es con una APP o socio estratégico externo. A la gobernación con el 9.41% no le interesa y mucho menos y sin recursos a los otros accionistas minoritarios. ¿Entonces, que se espera?
En situaciones como el Peaje de Cerritos II, cuya concesión privada venció por tiempo y objeto a finales de 2019 y cuyo millonario recaudo (estimado en unos 6 mil millones mes) se acordó utilizar para obras de desarrollo conjunto entre el norte del valle y Risaralda; solo hasta ahora entiendo que la dirigencia se preocupa seriamente en saber realmente cuánto le corresponde a los norte vallecaucanos, sus principales usuarios, para sus obras prioritarias. Esto se revive gracias a la intervención de la congresista bugueña Norma Hurtado Sánchez quien lo plantea firmemente y pide se incluya al mandatario cartagueño Dr. Víctor Álvarez como alcalde de la ciudad más representativa del Norte del Valle, en estos temas de discusión. Hasta en lo que se considera propio se quiere desconocer al norte, aunado a la pasividad de la dirigencia local para reclamar lo que corresponde.
Respecto al terminal de transporte, que también ha dado tumbos a través de los años, si la decisión es real no creo necesario dar plazos tan amplios que facilitan su olvido, contando que los estudios de localización sobre la circunvalar en la carretera Panamericana son acertados, buscando entrelazar eficientemente los actuales nodos, que en caso de habilitarse el aeropuerto se complementaría con una ruta de transporte al terminal terrestre y/o el proyecto mayor de Sotará.
Así que considero bueno tener una ciudad con sueños, pero que no le falten los gerentes ejecutivos, decididos y honestos que los hagan realidad.
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