Cuando una mascota fallece, la decisión sobre qué hacer con sus restos es una tarea delicada e importante. El dolor nos invade y se nos hace cuesta arriba el pensar en nada más, aunque debemos hacerlo. Existen varios factores a considerar y es fundamental, antes de tomar cualquier decisión, consultar con un veterinario para confirmar el fallecimiento de la mascota y asegurarse de que no presenta signos vitales.
Cuando una mascota fallece, hay varias opciones y pasos que debes considerar.
El primer paso a tener en cuenta, es llamar al veterinario de confianza. Aunque es un momento complicado, él sabrá guiarte y darte las mejores indicaciones a seguir. Una vez que ya tengamos los documentos que acrediten el fallecimiento, se dará de baja en el sistema avisando a la administración de nuestra comunidad autónoma, ya que seguro que contaría con un chip de identificación y es el momento de anularlo.
Una opción profesional es recurrir a crematorios y cementerios para mascotas. Estos servicios ofrecen una variedad de opciones que incluyen cremaciones individuales y colectivas, así como servicios de ceremonia.
Los precios pueden variar dependiendo del tamaño de la mascota y de los servicios seleccionados. Elegir un servicio profesional para el control de los restos evita riesgos de contaminación ambiental y proporciona un tratamiento respetuoso para tu compañero fallecido.
En Bogotá, existen diversas opciones para la disposición de los restos de mascotas a través de una funeraria de mascotas Bogotá. En algunos casos, estas instituciones son responsables de la recolección y disposición de animales fallecidos, tanto en la calle como en hogares privados. Si prefieres realizar una ceremonia de despedida personalizada, hay empresas privadas en Bogotá que ofrecen servicios funerarios especializados para mascotas.
Otra alternativa es donar el cuerpo de tu mascota a la ciencia. Según la veterinaria Rachel Allavena de la Universidad de Queensland, las autopsias realizadas en animales pueden contribuir significativamente a la investigación científica. Los conocimientos y muestras obtenidas pueden ayudar a mejorar nuestra comprensión de las enfermedades y tratamientos, beneficiando a otros animales y personas. Esta opción ofrece un propósito adicional a la vida de tu mascota y puede ayudar a avanzar en la medicina veterinaria.
A continuación, exploramos las situaciones en las que no se recomienda enterrar a una mascota y ofrecemos alternativas seguras y respetuosas.
Cuando una mascota muere a causa de envenenamiento, el entierro en el jardín no es una opción recomendada. Las toxinas y venenos presentes en el cuerpo del animal pueden ser peligrosos para la salud pública y el medio ambiente. Los gases que se liberan durante la descomposición pueden ser venenosos y potencialmente peligrosos para otros animales y personas. En estos casos, la mejor opción es la cremación.
La cremación elimina las toxinas de manera segura y evita cualquier riesgo de contaminación. Es crucial manipular el cuerpo de la mascota con guantes y limitando el contacto directo. Lleva el cuerpo al depósito crematorio lo antes posible para minimizar los riesgos asociados con los gases tóxicos.
Si la causa de muerte de tu mascota se relaciona con tratamientos de quimioterapia o radiación, el entierro tampoco es lo más recomendable. Estos tratamientos pueden dejar residuos tóxicos en el cuerpo del animal, que podrían contaminar el suelo y el agua si se entierra el cuerpo. La cremación es la alternativa más segura en estos casos.
El cáncer es una causa común de muerte en mascotas, especialmente en perros, y manipular los restos de manera adecuada es esencial para evitar problemas ambientales. Optar por la cremación asegura que cualquier residuo tóxico sea destruido de forma segura y que el riesgo de contaminación sea minimizado.
Si no se conoce la causa exacta de la muerte de tu mascota, el entierro puede presentar riesgos adicionales. Los cuerpos de animales que han muerto sin una causa clara pueden ser portadores de enfermedades que podrían contaminar el suelo o el agua. En estos casos, es recomendable optar por la cremación para evitar la propagación de posibles patógenos. La cremación garantiza que cualquier agente patógeno presente en el cuerpo sea eliminado, lo que ayuda a proteger tanto a otros animales como a las personas.
Las mascotas que han sido sometidas a eutanasia a menudo tienen en su sistema un agente anestésico muy concentrado conocido como pentobarbital. Este medicamento puede permanecer en el cuerpo durante más de un año y es perjudicial para el medio ambiente si se entierra.
El pentobarbital puede ser tóxico para otros animales y plantas si se filtra en el suelo. Por lo tanto, la cremación es la opción más adecuada para las mascotas que han sido sometidas a eutanasia. Este método asegura que el agente anestésico sea destruido de manera efectiva y no cause daño a los ecosistemas locales.
Decidir qué hacer con los restos de una mascota fallecida es una decisión importante que debe tomarse con cuidado y respeto. En casos de envenenamiento, tratamientos de quimioterapia, desconocimiento de la causa de muerte, o eutanasia, el entierro puede no ser la opción más segura. La cremación se presenta como una alternativa adecuada para evitar riesgos de contaminación y asegurar un control respetuoso.
En Bogotá, las opciones para la disposición de restos de mascotas incluyen servicios ofrecidos por funerarias de mascotas en Bogotá que proporcionan soluciones profesionales y personalizadas. Considera todas las alternativas disponibles y consulta siempre con profesionales para tomar la mejor decisión para tu situación. Independientemente del método que elijas, asegúrate de hacerlo de una manera que honre la memoria de tu compañero y que al mismo tiempo, respete el medio ambiente.
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